Virginia y Paula están detrás de VP Market, un proyecto que busca visibilizar esas pequeñas marcas de indumentaria locales con foco en materiales nobles, buen diseño y predominio de lo artesanal. 

Emprendedores que dan voz a otros emprendedores. La rueda se alimenta desde adentro hacia afuera y aún en los escenarios más difíciles, asoman oportunidades y propuestas que son parte de un camino de muchos aprendizajes y desafíos. Si los expertos aconsejan combinar pasión y flexibilidad para crear un proyecto, y más en tiempos de covid, Virginia y Paula, las chicas de @vp_market, le sumaron amistad y profesiones complementarias. 

Se conocen desde hace 12 años por compartir hijas en jardín de infantes. Una Diseñadora de Interiores, la otra Contadora y Licenciada en Administración, ambas habían frenado sus carreras profesionales para dedicarse de lleno al cuidado de sus hijos. Pero el tiempo pasó, los chicos crecieron, y las ganas de emprender en algo juntas nunca desaparecieron, sino que se potenciaron. 

Y aunque la pandemia se coló en sus planes, nada las detuvo. Si de las crisis nos sacan las empresas, entonces hay que crearlas, y para eso se necesita entusiasmo, visión y perseverancia. Todo eso lo fueron absorbiendo en sus años de experiencia laboral y corporativa. Obstáculos propios de emprender, impedimentos de la cuarentena, trabas por la compleja situación del país. Sí, todas esas dificultades no tardaron en aparecer, pero también estuvieron preparadas para enfrentarlas y construir poco a poco lo que venían soñando. 

Visibilizar la indumentaria de autor

Descubrir emprendedores es la apuesta diferencial de este proyecto de indumentaria que se centra en convertirse en una alternativa para mujeres independientes, contemporáneas y que buscan un estilo fresco y moderno. A la hora de seleccionar marcas, se enfocan en elegir prendas cómodas, confeccionadas con materiales naturales y nobles, en las que predominen el tejido a mano, y materias primas como algodón, lanas, sedas, linos y gasas. Priorizan las buenas terminaciones y el buen diseño, manejando una paleta de colores armoniosa.

También, el acento está puesto en detectar esos proyectos locales que no tienen una cadena de distribución masiva detrás, ni ofrecen sus productos en su zona de influencia. “Queremos que VP Market sea una experiencia distinta, personalizando cada venta, brindando asesoramiento y generando un clima distendido y agradable”, nos comparten.

Equilibrio familiar-laboral

Siempre hemos escuchado que lo primero es la familia. Y aunque el rumbo profesional a veces exija otra cosa, vale la pena hacer el esfuerzo para compatibilizar ambas tareas. Por eso, un día en la rutina de las chicas suele ser muy intenso. Ser mamá y emprendedora requiere de un gran malabarismo, al que se le suma aprender constantemente sobre temas muy diversos. Relaciones con proveedores y clientes, manejo de redes sociales y tareas administrativas, son algunos. Pero la felicidad de ver plasmado este proyecto que superó sus expectativas no tiene precio.

Habiendo inaugurado el showroom hace muy poco, la repercusión y el feedback con la audiencia, tanto en las redes como en el local, es sumamente positivo. Eso, sin dudas, es un impulso para seguir superándose y crecer a la par de muchos otros emprendedores. El próximo paso es producir sus propias prendas.

Sacrificio compartido

“Estamos agradecidas enormemente a nuestras familias por su acompañamiento diario y por sacrificar tiempo compartido, en especial en los momentos previos a la inauguración que fueron de un trabajo intenso. Y también, por qué no, a nosotras mismas que nos animamos a apostar”, nos cuentan las chicas. Al apoyo familiar, se suma el de los amigos que se convirtió en motivación, ingrediente clave en un año complicado desde todos los aspectos. “Este proyecto nos ayudó a salir adelante complementándonos y acompañándonos hasta concretar lo que veníamos soñando”. 

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