Una propuesta de turismo de lujo en el centro de la capital: el nuevo reto de Eidico.

Cuando estamos orgullosos de nuestros propios logros, damos gracias. Miramos para atrás y nos emocionamos, nos llenamos de una satisfacción auténtica al comprobar que arremangarnos valió la pena. El entusiasmo nos invade y queremos contagiar de ese optimismo a todo el mundo, desperdigando esas ganas de seguir apostando por algo tan nuestro, que hace ya veinte años proporciona soluciones concretas a miles de personas.

Con la ilusión como estrategia, esta vez el desafío fue en el microcentro porteño. Un manojo de oportunidades entre el inmenso patrimonio inmobiliario era el mar donde se barajaban las distintas alternativas para lograr este proyecto. Después de mucho esfuerzo y de la mano de los pequeños y medianos inversores de los que se logró captar unos $85 millones, Eidico abrió las puertas de Tango de Mayo, un hotel boutique situado en la emblemática Avenida de Mayo, en el corazón de Buenos Aires.

En junio se agasajó a sus primeros huéspedes, un puñado de periodistas de diversos medios a los que se les ofreció un cocktail en el hall central después de una recorrida por las instalaciones del hotel.  “Es la primera obra importante de la Avenida de Mayo en la última década”, afirmó el gerente general del hotel, Alejandro Gallegos.

Con 59 habitaciones decoradas con motivos relacionados al tango, su diseñadora Milagros Resta intenta vestir en sus paredes y en su mobiliario una época donde el tango nacía como seña de identidad de la ciudad. El almacén, la esquina, el farolito, el barrio, el arrabal. Con colores vibrantes y dibujos fileteados, busca retratar esa vida cultural de principios del siglo XX donde Buenos Aires ya se ha urbanizado y crece a ritmo desmesurado.

HORIZONTES PORTEÑOS

Esta obra de arte arquitectónica está equipada para cubrir un amplio espectro de las necesidades de alojamiento, cumpliendo con los más altos patrones del turismo internacional. El hotel se planificó pensando en el viajero exigente que visita Argentina para hospedarse en un lugar con todas las comodidades, cerca de las principales atracciones de la ciudad.

El edificio data de 1913; fue construido por el arquitecto italiano Fausto di Bacco, y era el lugar donde se encontraba Singer, la empresa estadounidense fabricante de máquinas de coser. Hoy, recuperado, es concebido como un estandarte del Art Nouveau, semejándose con sus superficies vidriadas y sus ejes simétricos al estilo parisino del siglo XIX.

Tango de Mayo ofrece, entre sus servicios más destacados, un fitness room con equipos de última generación y un solárium en el 6° piso con la excelente vista panorámica de la Plaza Congreso. Además, el restaurante “Zorzal”, dentro del hotel, invita a saborear la comida argentina con toques mediterráneos, que es acompañada por una gran variedad de vinos locales.

Este hotel forma parte de “Worldhotels”, una cadena exclusiva de más de 500 hoteles independientes y de lujo en todo el mundo, donde se prioriza que estos albergues reflejen el valor auténtico de las ciudades que los cobijan. Además, son evaluados anualmente sobre una base de 1000 criterios para asegurar la más alta calidad.

En Eidico se descansa sólo lo suficiente para seguir pensando en una sola palabra: más. Más soluciones, más propuestas. ¿Cómo hacer para seguir satisfaciendo las necesidades de vivienda, comodidad y bienestar, no sólo de los argentinos sino también de esos extranjeros que confían en esta sociedad que tiene tanto para dar?

En el casco histórico del centro de la ciudad, este hotel de habitaciones temáticas representa ese anhelo de los argentinos de agasajar a los visitantes recién llegados de muchas partes del mundo. Es una forma de dejar materializada nuestra hospitalidad y, como en las ciudades más sofisticadas del planeta, ofrecer un servicio completo en el mercado turístico.