El grupo de Acción social Edu Bagnardi (GASEB) nació en 2010, en medio de la adversidad por la triste partida de su inspirador Edu, un joven de 31 años con gran espíritu de servicio y entrega a los demás. Desde ese entonces, sus familiares y amigos generan iniciativas solidarias.
Texto y Foto: María Mullen
«No hay espina sin rosa…», dice una canción: y podría reflejar, esta imagen, la obra solidaria que nació a raíz de la partida de un ser querido. Bien podrían haber quedado simplemente lágrimas después de aquel 21 de diciembre de 2009, cuando falleció Eduardo Bagnardi, pero las hermanas Inés, Sofía, Lucila y Ángeles, junto a Josefina Macchi y Tiffy Lynch, la mujer de Edu, no tardaron en transformarlas en acciones que recordaran a su hermano y compañero de vida. Comenzaron con una colecta para comprar leche y pañales para la fundación Haciendo Camino; luego generaron exitosos eventos de recaudación de fondos con los que se construyó una salita para combatir la desnutrición en Santiago del Estero; se consiguió una antena para la radio de Campo Gallo -a través de la cual se transmitió el primer reportaje en vivo al Papa Francisco en nuestro país- y ahora van por la creación de un Centro Comunitario, también en Santiago del Estero.
“Tenía que hacer algo”
“Fui compañera de trabajo de Edu durante siete años, éramos contadores -cuenta Josefina Macchi, madre de tres hijos-. Cuando se fue, me pregunté para qué habría vivido yo todos esos años con él. Sentí que su vida nos dejaba un mensaje. Edu era una persona muy humilde, vivía para los demás, nunca se priorizaba, y siempre estaba disponible. Si necesitabas ayuda, frenaba lo que estaba haciendo para escucharte, compartía todo lo que tenía, lo suyo era de todo el mundo… Él me enseñó tantas cosas con su ejemplo, que quería hacer algo para homenajearlo y poner en práctica esos valores que me había transmitido”.
Fue una noche, leyendo un reportaje de la revista SOPHIA al Dr. Abel Albino, fundador de la Red de Centros CONIN (para combatir la desnutrición), que Josefina se conmovió y decidió convocar a una colecta para ayudar a esa obra. “Decidí mandar un mail a todos mis amigos pidiéndoles que me ayudaran con $50. Una de las destinatarias era Tiffy, la mujer de Edu, quien en medio de su dolor me respondió con un gran amor y me invitó a compartirlo con las hermanas Ine, Sofi, Luli y Angie Bagnardi a quienes casi no conocía. Ellas, en medio de tanta tristeza se sumaron activamente a la difusión de ese mail. En menos de una semana llevábamos juntados más de 20.000 pesos”. Éste fue apenas el comienzo de lo que hoy es GASEB. “Somos un grupo con una gran misión y muchas ganas de seguir un camino juntas. Nos une una gran pérdida y al mismo tiempo unas ganas tremendas de seguir el mensaje que nuestro querido Edu nos dejó”.
Como un ángel
“Después surgió la idea de juntarnos con amigos de Edu, y el Club Tortugas nos ofreció la cancha de golf para homenajearlo con un torneo a beneficio”, cuenta Lucila Bagnardi. Este año, el 12 de noviembre, se realizará la quinta edición de la Copa Edu Bagnardi. Los fondos siempre fueron destinados a obras solidarias. “Lo impresionante es que en cada paso que damos la respuesta de la gente es sorprendente. Yo digo que tenemos un ángel que nos sostiene desde arriba para que nuestro querido GASEB se anime a apostar por más”.
Este año, junto a la fundación Grano de Mostaza, GASEB hizo una primera fiesta solidaria, a la que fueron nada menos que 1050 personas; y hasta quedó gente afuera porque no podían exceder la capacidad del lugar. Para el año próximo, llevarán adelante, junto con la fundación GDM y en alianza con Haciendo Camino, un Centro Comunitario GASEB ( Centro de Desnutrición Infantil y Promoción Familiar) para acompañar, ayudar y formar a las familias de Campo Gallo ( Santiago del Estero) en todo lo que se necesite.
Sin duda alguna, Edu dejó una huella. Una pisada humilde y silenciosa, quizás, y por eso con la fuerza suficiente para despertar este camino de solidaridad que se expande cada vez más.
—
