Por Rosario Lanusse
Isla Chana es un paraíso casi perdido en medio del Delta. Está ubicada en la Reserva de Punta Morán, a una hora en lancha desde el centro de Tigre. Chana, porque refiere a los indios Chana que allí vivían. Venir a pasar un día, o unos días, aquí es estar medio “hide away” como dicen los americanos, sin señal y sin electricidad; pero conectados con la naturaleza, el silencio y la contemplación.
Punta Morán es una reserva natural de 80 hectáreas, en medio de las islas del Delta, pero a río abierto y de horizonte infinito (en días diáfanos se puede ver Puerto Madero). Cuando llegás, enseguida te sentís de vacaciones, y en otro mundo. Aquí, en medio del costado natural de Buenos Aires, Isla Chana tiene una cabaña muy pintoresca, rodeada de pérgolas y galerías con diferentes orientaciones, dos habitaciones y dos baños, y un pequeño living-comedor con cocina integrada. Si bien tiene paneles solares, está toda iluminada con velas y candelabros (la noche aquí es completamente mágica).
COMO EN EL AMAZONAS
Isla Chana se puede alquilar por día, por fin de semana, por temporada. La ubicación es única. Ideal para los amantes del río, de la pesca con mosca (con devolución), de la flora y de la fauna. Aquí la iluminación es a vela, hay un casero que te recibe y que está por cualquier emergencia. Hay senderos para caminar y alejarte bosque adentro. Mención aparte para el mangrullo y la mesa dispuesta cerca de la playa, con fogón y una casita con baño a cielo abierto.
“Es increíble, casi como estar en el amazonas, pero a 25km de la gran ciudad”, nos decía Miguel, nuestro anfitrión, mientras íbamos caminando, y caminando, y caminando… Es un contraste pocas veces visto en el mundo. Algo así como lo que los americanos llaman “Hide away”, casi como escondidos o perdidos en medio de un paraíso. Hay pocos vecinos (hay un Lodge de pesca bastante cercano), y por la afluencia del Río Uruguay tiene una playa de arena natural.
A PURA FOTO
Isla Chana fue nuestros destino para un día de “shooting fotográfico”. Para ir hasta allí, tomamos dos pequeñas lanchas (tipo taxi) desde un muelle pegado al Museo de Tigre. Fuimos con Tefi Conen, nuestros alumnos del taller de fotografía y con nuestras cámaras, por supuesto. Llevamos bajo el brazo algunas consignas, disparadores creativos y muchas ganas de sacar fotos y compartir un día en medio de la naturaleza. Desayunamos con pan casero y café calentito; salimos a caminar; almorzamos pizzas a la parrilla en medio del bosque, en una mesa puesta como salida de una serie de Netflix; sacamos mil fotos; paseamos por senderos abiertos entre los árboles, y una costa pocas veces vista, con una playa natural de arena… El escenario no podría haber sido mejor para poner en práctica todo lo enseñado y todo lo aprendido. Porque siempre que das, vuelve.
Me encantó venir y me parece una gran opción para alejarnos, sin ir tan lejos. Organizar la excursión, tomar la lancha, recorrer las aguas del Delta río arriba, me hizo remontar a los primeros años de Eidico, cuando íbamos y veníamos a El Durazno periódicamente. Varias veces fui sola, manejando la lancha; y otras tantas, de pasajera nomás; pero fui cientos de veces. Y cuánto lo disfruté siempre…
Gracias Isla Chana por invitarnos, por recibirnos con tanta dedicación. Un destino que volvería a elegir. Para venir a dormir, o a pasar el día. Mente despejada, alma en calma y otra experiencia para el recuerdo.
ISLA CHANA
Sobre “El durazno”, de Eidico
El Durazno está ubicado en el Delta de San Fernando, a orillas del Arroyo El Durazno, y fue el primer proyecto de descanso desarrollado por Eidico, hace 25 años. Poco más de cien hectáreas y alrededor de cincuenta chacras. Tiene una plantación de álamos de setenta hectáreas y una laguna de nueve.
Mesa Patria en El Durazno
Hace algunos mayos atrás fuimos con el equipo de Tigris a hacer una mesa Patria en El Durazno. Justamente, pensando en el celebrar nuestro 25 de Mayo de manera diferente. Asado, escarapelas, flores, mil bártulos y un día inolvidable. Si queréis ver algunas fotos podes entrar a este link:
