En materia de sustentabilidad, siempre nos referimos al ahorro energético como un factor radical para salud del Planeta. ¿Alguna vez te planteaste si eso también califica para nosotros mismos? Administrar tu propia energía puede también ser fundamental para que vivas mejor. Marie Kondo es consultora en organización y cree que la clave para alcanzar esta cualidad es ordenar tu espacio exterior.
Marie capacita a miles de personas en ordenar su entorno (casa y lugar de trabajo) a través de seminarios, asistencia a sus casas, publicando libros y videos en Internet; con el fin de ayudarlos a acomodar sus espacios personales.
Su argumento va más allá de plantear el orden exterior como una manifestación de que llevamos una vida estable. En cambio, nos dice que no vayamos tan rápido. En realidad, “una vez que tu entorno esté organizado vas a poder enfocar en el orden de tu interior”. A lo largo de su constante vínculo con gente, Marie Kondo percibió que a la hora de encontrarnos en casa y en silencio, antes de hacernos cargo de nuestras dificultades humanas solemos evadirlas orientándonos a cambiar la disposición de los objetos que rodean nuestro espacio.
Entonces plantea un sistema claro. Para empezar el cambio se desecha todo eso que ya no sume nada en tu vida, sin muchos peros. Desde ya que habrá mucha gente agradecida por recibirlos a su vez. En adelante lo que sigue a algunos les resulta demasiado estructurado ya que se vienen consejos como “ordená un rubro a la vez, con la ropa debés empezar por la de la temporada pasada, guardalas de esta forma puntual…” ¡parecen muchas consignas!
Sin embargo, después de un rato de prestarle atención, uno se encuentra con que tiene una enorme lógica seguir las sugerencias dado que, al organizar un entorno de manera eficiente nunca más se deberá ordenar de nuevo ya que todo tendrá su propio lugar. Por ese mismo motivo solamente se devolverá cada objeto a donde pertenece después de usarlo. Como decíamos, ahora sí vas a poder enfocarte en asuntos más trascendentales.
En esta misma línea, el fin es que sólo te rodees de lo más relevante para vos, por que de esa manera valorarás mucho más tus pertenencias y, al prescindir de excesos innecesarios, te dará mayor paz habitar tu lugar. Si ves sus tutoriales por Internet incluso te conmoverá el cariño mediante el cual transmite sus conocimientos. “Toca esta prenda”, aconseja, “conectate con todo lo que te brindó para lograr tratarla con la gratitud que se merece”. Inspirado este sentimiento te indica hasta el detalle de cómo doblarla para llevarla al cajón.
El resultado de tanto método será que todo lo que esté en tu ropero se perciba a simple vista, siendo ésa la forma práctica de no perder el tiempo intentando encontrar algo. Cuando una remera está encima de la otra, por ejemplo, al buscarla también se desbarajusta el orden, lo que te reclamará volver a tomarte el trabajo de reorganizarlas más adelante. El mismo criterio lo aplica el resto de las categorías de la casa, como el bazar y los libros.
El desafía es emprenderlo todo de un tirón, sin plantearlo en etapas dispersas, para concretarlo realmente. ¡Se trata de un proceso que llega a durar hasta meses! Pero, de verdad, mucha gente quedó feliz de la vida al implementarlo. Personalmente, me comprometo a encararlo, ¿te sumás vos también?
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Mechi,
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