Tigris y Oficios unidos por un gran objetivo: difundir una fundación llena de oportunidades para que muchísimas familias puedan vivir mejor.
El pronóstico anunciaba lluvia para el mediodía y amenazaba con aguar un almuerzo tan preparado. Pero la galería amplia y techada de Fundación Oficios resistió cualquier temporal y al final, la llovizna pasó a segundísimo plano, dejándonos disfrutar de esta #granmesa que unía a Tigris y a Oficios en un encuentro gourmet con un enorme propósito: abrir las puertas y mostrar cómo desde hace más de once años esta obra maravillosa, impulsada por empleados de Eidico, no deja de dar sus frutos.
El 2001 quebró al país en más de mil pedazos, y en medio de la gigantesca crisis, Eidico sintió que debía hacer algo contundente y a largo plazo por tanta gente que había perdido el rumbo y la esperanza. La propuesta fue ir hasta el fondo y tratar de intentar barrer con el problema desde sus raíces. “Enseñar a pescar” fue la bandera que levantó Patricio Lanusse, uno de los primeros impulsores. Y así fue como surgieron los cursos de oficios para personas de bajos recursos con los que se buscó brindar trabajo y dignidad a miles de familias aplastadas por la recesión.
«Hay mucha gente que no terminó el secundario y eso es lo que los deja afuera de un montón de cosas. Lo que tratamos de reparar es la formación integral para que la gente se inscriba en el mundo del trabajo y que a través de esto sus familias puedan vivir mejor», concluyó Sergio Moreno, Director de Fundación Oficios.
Todos a la mesa
Sobre varios tablones de madera, donados por @sodimac, que sumaban treinta metros de punta a punta se sentaron cien personas. Mujeres y hombres que se arremangaron por esta causa durante este año y a quienes les debemos gran parte de lo que hoy es Fundación Oficios. Asistiendo a cursos y talleres, difundiendo nuestro mensaje y donando insumos, todos dieron una mano indispensable para que esta labor no se estanque. Y esta fue nuestra forma de agradecerles, humildemente, por tanto esfuerzo desinteresado.
Como la sinergia que funciona en la fundación, acá también se trató de dar y recibir. En un par de días y con muchas manos generosas organizamos este almuerzo entre Tigris y Oficios, siempre con el apoyo de Eidico que respalda nuestras locuras si eso significa mayor difusión que se traduce en más y más oportunidades. Y como los colores nunca pueden faltar, debajo de un arcoíris de cintas que sumaban 1200 metros y que fueron donadas por @cordondeoro, estaba dispuesta la mesa armada a pulmón por tanta gente amiga.
La comida tan deliciosa estuvo a cargo de @cateringmariaantonieta y la vajilla para tantos comensales fue de @lacasadejacinta, que siempre llega desde bien lejos para dar una mano con sus platos y sus vasos tan lindos. Los grandes ramos de flores fueron de @itasflowers, que el día anterior se fue hasta el Mercado de Flores bien temprano a la mañana para que brillaran en los floreros de @vickyprovenzanodeco y llenaran de color una galería donde amenazaba colarse la lluvia. se llevó todos los aplausos al donarnos 1200 metros de cinta para la ambientación. Las sillas por cien fueron de @compania_nativa y @thermomixar se lució con ¡limonadas y pomeladas para todos! El juego del paquete fue furor y fue hecho con papeles de @vamosasorprender. Entre vuelta y vuelta, los premios no se hicieron esperar: una alfombra lindísima de @lucatdisenios y una gran ventana de techo de @velux.ar. Y como primer premio, una cafetera de lujo ofrecida por @kitchenaidlatam que fue codiciada por más de uno.
Por último, @florchedufau pintó la O gigante de Oficios que quedó tan linda con la pintura de @sinteplast. ¡Una gran fiesta que no se suspendió por lluvia!
Marcas amigas, siempre
Porque sin ellas no podemos ni pensar en organizar eventos de este tipo, nuestras gracias más profundas. Es increíble que hayamos cubierto todos los rubros que se necesitan para invitar a almorzar a cien personas y que todas estén contentas y satisfechas con el resultado. Pero así fue. Desde las peonías tan lindas de @jardinosofia que cubrieron la larga mesa, hasta los aerosoles que @rustoleumla regaló a todas las participantes. Todo tuvo su responsable detrás con ganas de ayudar. También los maravillosos espumantes franceses @lillet.ar y los vasos térmicos de @oblakaberturas fueron los premios que, azarosamente, se escondían detrás de cada plato con un corazón o una estrella.
Todos los que formaron parte de este almuerzo tocaron a personas para que comiencen a vivir mejor. Todavía a la Fundación Oficios le falta su evento estrella, que es la tan esperada entrega de diplomas, donde con cada graduado se confirma que vamos por buen camino y que un 2019 nos espera para renovar la apuesta y seguir cumpliendo sueños.