Trabajar la tierra es una de las tareas más desestresantes para hacer al aire libre, y desde la antigüedad, el hombre ha sabido relacionarse con la jardinería y sus cuidados. Un básico de herramientas para el jardín puede ser el mejor regalo para papá en su día y en cuarentena.
Un poco de historia
La palabra Edén significa planicie, regado; y la palabra paraíso vienen del persa y significa huerta, parque o jardín (de acá el origen de los jardines árabes). Ambas palabras nos llevan a los espacios verdes, al cultivo y a su mantenimiento; a la unión del hombre con el verde y su placer.
En la era Paleolítica, 40.000 años A.C., el hombre ya excavaba y paleaba la tierra con azadón, un instrumento de labranza parecido a la azada pero de pala algo curva y más larga que ancha, que se empleaba para cavar en tierras duras o para cortar raíces. Se han encontrado restos de herramienta hechas con marfil, piedra y con partes de animales.
Una vez que las tribus se asentaron y dejaron de ser nómadas, no les alcanza para alimentarse solamente con la caza y la pesca. Comenzaron, entonces, a trabajar la tierra (agricultura), y las herramientas se hicieron indispensables.
Los primeros jardines documentados, en el 3000 A.C., fueron los egipcios. Eran jardines muy trabajados, y con sus palmeras Datileras y sus frutales como estandartes, donde el placer y el consumo convivían perfectamente.
En la época de la Mesopotamia y Babilonia, aparece el rodillo de metal. Los romanos y los griegos, trabajaban los jardines productivos con plantaciones de Olivos, y ya en la Edad Media, los monjes en sus claustros, conservaron el oficio de la jardinería, cultivando flores para el culto y como plantas medicinales. Para ello, utilizaban herramientas de madera y de hierro, hasta que descubrieron la carretilla que constaba de una sola rueda.
En el oriente, encontramos los jardines simbólicos, con mucha carga emotiva. Son jardines más pequeños con muchos materiales.
En el Renacimiento, el hombre abre el jardín hacia el exterior y comienza a perfeccionar los espacios verdes.
La máquina de cortar el césped aparece en el siglo XVIII.
Caja de herramientas para papá
¿Qué debe contener un set completo de jardinería?
– Pala de punta: cuando necesitamos plantar un arbusto, un árbol, una trepadora, o buscamos remover los canteros, esta pala es fundamental por contar con filo en su base para romper fácilmente el suelo. El mango puede ser de madera, que es menos duradero pero más económico, o de hierro, que durará toda la vida pero será más costoso.
-Pala recta: su base es recta, ideal para marcar bordes de canteros, cargar sustratos a la carretilla y palear abonos o arena para césped y canteros.
– Carretilla: muchos modelos en el mercado, pero lo más importante que tenemos que saber a la hora de elegir es que sus ruedas sean de buena calidad, ya que serán las responsables de llevar toda la carga de un lugar a otro.
– Haya: parece un tenedor grande y lo utilizamos para airear la tierra y el césped. Es una de las herramientas más antiguas.
– Tijeras: hay modelos para cada necesidad. Una buena tijera de mano, siempre se usa en el jardín para limpieza del vegetal o para podar ramas hasta el ancho de un dedo. Cuando el grosor de una rama sobrepasa el tamaña del dedo, ya necesitamos una tijera larga.
– Palas de mano: curvas y rectas, la palita, como la conocemos, remueve la tierra de las macetas sin dañar las raíces de la especie. También sirve para plantar flores.
– Rastrillo: el de hierro es el mejor porque no se doblará con el tiempo. Sus usos son muchos: para barrer hojas o ramas, y hasta para mover la tierra abonada, repartiendo en forma pareja y eficiente, y así micronivelar o fertilizar el césped.
– Pulverizadora: la de 1 litro es la ideal para fumigar y fertilizar todo el jardín. Nunca debemos guardar el producto preparado de un día para otro.
– Guante: dos pares de guantes es la clave, para alternar su uso, evitando el pronto desgaste. Para sentirse cómodo, deben ser de la medida justa.
Mantenimiento de las herramientas
Para que las herramientas del jardín nos duren en buen estado, debemos tener en cuenta estos tips:
- Limpiarlas después de su uso con alcohol o lavandina y un paño.
- Nunca guardarlas mojadas, siempre secarlas con un paño de algodón.
- En lo posible, guardarlas bajo techo. Puede ser colgadas en la pared.
- Cada invierno, lubricar las tijeras con aceites específicos.
- Mantenerlas afiladas utilizando la piedra que se vende en ferreterías .
“El hombre es más feliz en una casita en el bosque, que en un palacio”, sabias palabras del paisajista francés Carlos Thays.
María Laura Vidal Bazterrica – Paisajista – @itasflowers
Contacto: 15-4991-6073 – marialaravidal@hotmail.com