Las fiestas de fin año siempre son momentos de alegrías, de compartir y de disfrutar en familia. Sin importar por los momentos que estamos pasando, queremos tener nuestros espacios verdes a punto para recibir. Seguimos, entonces, trabajando en el jardín, plantando árboles, arbustos, herbáceas, trepadoras con perfume y florales. Llegó el turno de incorporar los colores secundarios en las floraciones y en el follaje. Acá vamos.
Color naranja
En la Edad Media, los chinos pintaban los bordes de los manuscritos con óxido de plomo o minio, sabiendo que era tóxico, para evitar así que un insecto se los devorase. ¿Qué plantas nos da la naturaleza de este color?
– Árbol: Grevillea rosmarinifolia (Roble sedoso)
Es originario de Australia y de crecimiento muy rápido. Ideal para crear bosques a distancia. Es de fácil cultivo, de porte grande y alto, con hojas todo el año. Sus flores naranjas, tienen formas de cepillo para el cabello.
Un secreto: su madera es utilizada para construir guitarras.
– Arbusto: Streptosolen jamesonii
Es originaria de Centroamérica, por eso le gustan los climas cálidos con sol de mañana y de tarde. Sus flores naranjas con tinte amarillo son abundantes y de floración prolongada, desde la primavera hasta el otoño. Se podan luego de la floración. Es recomendable abonarla con micro y macro nutrientes. Se multiplica por esquejes en primavera y es ideal para apoyar en muros y en columnas, combinándola con flores violetas.
Un secreto: son una de las especies preferidas por los picaflores.
– Herbácea: Clivia miniata.
Es originaria de Sudáfrica, florece en primavera y se puede adaptar muy bien a la los pies de los árboles. Necesita ser protegida del calor en verano, con un suelo bien drenado y rico en materia orgánica. En regiones frías es conveniente cultivarla en invernáculos. Sus frutos en el invierno son bayas muy decorativas y alimento para las aves. Si la plantamos formando una mata, el impacto visual es más atractivo. Se multiplican por división de matas en otoño o después de la floración.
Un secreto: no es necesario podar las hojas para realizar la división de matas.
– Trepadora: Thunbergia alata (ojo de poeta)
De origen de África tropical, es una trepadora con floración durante todo el año. Los tonos pueden ser naranja, amarillo cremoso, rosado pálido y blanco. Le gusta la media sombra y sus flores son muy llamativas con el centro de color negro, de allí su sobrenombre. Es ideal para tapar muros, techos de chapa y columnas y, además, es de rápido crecimiento. Se multiplica en primavera por gajos
Un secreto: podemos combinar los cuatro colores en espacios grandes.
– Floral: Amapolas
Ideales para trabajar en canteros nativos y salvajes. Se comporta como si fuera una especie anual porque se resiembra sola. Atrae mariposas y polinizadores. Y se propaga por siembra en almácigos a fin del invierno.
Un secreto: sus cabezas de flores secas son muy utilizadas para arreglos florales.
Color violeta
El lila y el violeta son colores que raramente se ven en la naturaleza. Sabemos que fueron los preferidos de Cleopatra y de Helena de Troya.
– Árbol: Fumo bravo (Solanum granulosum leprosum)
Es de origen argentino, del norte y centro del país. Este árbol nativo, cuyo porte oscila entre los 5 y los 10 metros, tiene follaje gris y flores violáceas. Se multiplica por semilla y por gajos. Tolera el frío y necesita de suelos neutros bien drenados. Es de rápido crecimiento con una amplia floración que va desde la primavera al otoño.
Un secreto: es ideal para jardines urbanos.
– Arbusto: Jazmín paraguayo (Brunfelsia australis)
Tiene su origen en selvas y bosques de nuestro país. Es caduco y llega a medir 4 metros de alto final. Florece en primavera, de color violáceo, y su flor, muy perfumada, se torna blanca una vez que fue polinizada. Requiere de sol y media sombra. Se la puede ubicar cerca de las entradas de las viviendas y de las ventanas.
Un secreto: funciona en macetas de diámetro grande.
– Herbácea: Verónica espigada (Verónica spicata)
Su origen es de Europa y de Asia y su floración es en el verano-otoño. Con una altura de 45 cm, se la puede encontrar en blanco y en rosa. Prefiere el sol y los suelos bien drenados. Se forma una mata compacta, con espigas violáceas en cantidad, muy vistosa para cantero.
Un secreto: combinada con gramíneas por detrás forman un punto focal muy interesante a la distancia.
– Trepadora: Akebia quinata
Es nativa, con flores poco comunes de color violeta. Aparecen en primavera sobre tallos cortos y tienen una suave fragancia florece. De crecimiento rápido, sin ser invasora, cubre rejas y pérgolas. Necesita de suelos ricos en fósforo y nitrógeno. Requiere una poda después de la floración en caso de descontrolarse.
Un secreto: es ideal para sectores de sombra y media sombra.
– Floral: Ageratum houstonianum (Agerato común)
Con origen en México, su floración es en verano-otoño. Tiene 45 cm de altura y se planta dejando 15 cm entre ellas. Presenta una multitud de flores violáceas y es ideal para plantar en canteros de rocallas y delante de canteros de rosales. Se planta en semillas en almácigos durante la primavera. De color blanco o rosa.
Un secreto: no mojar con el riego la flor porque se marchita rápido.
Color verde
Este color es mutante, se mueve y cambia como la naturaleza. Es el color de la esperanza de que la situación mejore, renazca, como la vida en casa durante la primavera. El verde es creación, crecimiento y era también el color de las novias en el Renacimiento, porque garantizaba la fertilidad.
– Arbol: Liriodendron tulipifera (Tulipanero)
Su origen está en el sudeste de EEUU. Mide más de 30 metros de altura, florece en verano y es un magnífico árbol que necesita espacio. Es de crecimiento rápido y sus hojas tienen una forma peculiar: la mitad del lóbulo está cortado, muy fácil de reconocer. Presenta un color amarillo otoñal y sus flores varían dentro de la tonalidad del verde. Prefiere una primavera suave y húmeda con una ubicación cerca de un árbol otoñal rojizo.
Un secreto: es resistente a la contaminación ambiental.
– Arbusto: Alocasia macrorrhiza (oreja de elefante)
El origen es en Asia tropical. Es una especie perenne cuyas hojas son muy decorativas y de atracción tropical. Le gusta la sombra y el sol de verano, y necesita suelo drenado y rico en nitrógeno. Se multiplica por los hijos y brotes que nacen en la base. En zonas de fuertes heladas se quema. Se puede combinar con Alpinias y Heliconias.
Un secreto: ubicar lejos del alcance de los niños.
– Herbácea: Poa iridifolia (poa de las sierras)
Es de la familia de las gramíneas, nativa y crece unos 40 a 60 cm. Su follaje es verde grisáceo y sus flores como espigas verdes crema. Florece en invierno-primavera, y es ideal como cobertor de canteros en invierno. Se divide por matas en primavera, y funciona muy bien en macetas. Le gusta la media sombra y los suelos bien drenados, no le gusta el exceso de agua.
Un secreto: ideal para trabajar en masa.
– Trepadora: Hedera (hiedras)
Existen mas de 15 especies. Hay rastreras y trepadoras, y su altura es de entre 10 y 20 cm. Generalmente les gusta la sombra y la media sombra. Es de fácil reproducción por gajos en otoño y en primavera. Su ubicación puede ser en paredes o murales. Es importante agregarle al suelo mucho Nitrógeno como Humus de lombriz. Por lo general necesita que la guían para crecer homgéneamente.
Un secreto: en interior con luz la variedad de hojas más pequeñas funciona muy bien.
– Floral: Asclepia globosa
Es originaria del norte de América. Su flor es con forma de globo pequeño verde crema, y su altura supera el metro. Le gusta el sol y la media sombra, y necesita de suelo con Ph ácido, bien drenado porque no soporta el encharcamiento. Combina a la perfección con salvias y gramíneas. Se multiplica por semilla.
Un secreto: sus varas florales, en forma de globos, son muy utilizada en florerías para decorara ramos modernos.
Ahora a trabajar eligiendo la ubicación en mi jardín o terraza para armar canteros con colores secundarios.
María Laura Vidal Bazterrica – Paisajista – @itasflowers
Contacto: 15-4991-6073 – marialauravidal@hotmail.com