Llevar una filosofía de vida hasta sus extremos puede ser una ardua tarea, pero cuando el fuego que quema por dentro no admite otro camino, la autenticidad del propósito hace que todo el esfuerzo valga 100% la pena.
Diseñadora textil y un marcado interés y preocupación por la sustentabilidad. Cómo unir su profesión con su propósito, fue el enorme signo de interrogación que la uruguaya Macarena Algorta trató de responder hace ya un par de años. No quería un proyecto que solamente hable de sostenibilidad, sino que lo encarne con todas sus letras. Y con eso en su cabeza y en su corazón, se embarcó rumbo a Londres, donde hace casi dos años trabaja para marcas con conciencia.
Entrar en conciencia
Una investigación sociológica para su carrera fue el inicio de un cambio de vida y un compromiso sin matices con el planeta. Allí se dio cuenta que podía dar el batacazo dentro de la industria textil y posicionarse en su país como referente en la moda sustentable. Así lo vislumbró y fue tras ello sin reparos.
En el nivel universitario, al menos en Uruguay, este tema estaba bien relegado, por eso a partir de documentales, libros, films y todo lo que estuviera a su alcance empezó esta primera etapa de formación. Descubrió, no sin espantarse, el oscuro costado de la moda, el fast fashion y su enorme impacto en el medioambiente, y no se quedó cruzada de brazos.
¿Qué pasaría si los nuevos diseñadores, chicos como ella que estaban terminando sus estudios, se tomaran en serio el compromiso ecológico de cara a las futuras generaciones? Y en la respuesta se involucró de lleno. Creó SlowfashionUY hace cuatro años y se convirtió en el primer blog uruguayo en promover la moda sustentable. Fue creciendo, las marcas se fueron acercando y Macarena se consolidó en esta nueva faceta de su vida, adquiriendo los valores de la sustentabilidad como filosofía de vida. El blog, que fue mutando, hoy lleva el nombre de Islowly y desde allí fomenta e inspira un estilo de vida más consciente en todos sus ángulos.
Moda lenta con gran impacto
Este concepto se inspira en el de slow food, un movimiento gastronómico que promueve la producción culinaria sana, local y responsable con el medioambiente. Trasladado a la moda, esta filosofía adopta los mismos valores de fondo y busca impulsar una mirada más ética, transparente, respetuosa con el planeta y quienes lo habitamos y de producción y consumo local.
Durante la cuarentena, Macarena lanzó una serie de consultorías personalizadas para marcas de moda sustentable que busquen recorrer este camino. Además, está trabajando en el desarrollo de un booklet de datos, cifras, herramientas y entrevistas a grandes referentes del sector para delinear los principios fundamentales de una industria que tiene todo para ser eco friendly.
Ana Livni, pionera y referente
Pionera en Uruguay en hablar sobre moda slow y una de las top 5, según Macarena, en esta industria, Ana Livni tiene una mirada limpia y única sobre la indumentaria. Como diseñadora, es una fiel promotora del trabajo manual y local, y una luchadora por la sustentabilidad. Maca tuvo la oportunidad de trabajar en su atelier mientras terminaba su colección final como estudiante y aprendió de primera mano la labor detrás de una marca con conciencia. Sin duda, una experiencia que la marcó para siempre.
Nuevos hábitos para nueva vida
El primer paso para hacer propio el cambio es informarse. Sin convencimiento no hay determinación ni se puede sostener un nuevo hábito en el largo plazo. “Saber lo que estás votando cada vez que elegís consumir, adquirir o comprar un producto (sea textil o no) es lo principal. La curiosidad por lo que nosotros mismos consumimos nos marcará lo responsables que somos con nuestras elecciones”, afirma Maca.
Está convencida de que un consumo más consciente, para que sea efectivo, debe empezar por aquello que nos apasiona y desde ahí ir sumando más hábitos, incorporándolos de a poco para lograr hacer el switch. Sin prisa, pero sin pausa, el cambio llega para quedarse.
“Una de las grandes soluciones para el descarte es la economía circular, así como para la fast fashion es el slow fashion. Una moda más transparente, sana y responsable”, termina Maca.