Si bien emprenden dentro del mundo de las artesanías y manualidades desde hace mucho tiempo, La Warmi Handmade inició en el año 2016. Euge y Ceci, las más grandes de cuatro hermanas, junto con su mamá Quela dieron comienzo a esta empresa familiar sin tener muy claro qué querían hacer. Pero de algo estaban seguras: querían crear un producto que todos amaran. Hoy sueñan con una vidriera llena de muñecos tejidos.
En sus comienzos, hacían prendas tejidas en dos agujas, pero al contactarse con diseñadoras de una marca amiga, entendieron que su camino era otro. Fue entonces que pusieron todo su amor en cada muñequito para que fuesen únicos.
Vida y emprendimiento
Su corazón está puesto en su emprendimiento, pero por las mañanas dedican su tiempo a sus trabajos en relación de dependencia. Por lo tanto, se dividen las tareas y los productos para poder organizarse de la mejor manera posible. Ceci es abogada y mamá de Merli. Ella es quien más se ocupa de tejer. Euge es Lic. en Sistemas y aparte de crear muñequitos, está a cargo de las redes sociales, el packaging y la logística. Quela, por su parte, es jubilada y se dedica a los bordados en punto cruz.
Marcando la diferencia
La dedicación puesta en este proyecto es inigualable y se ve reflejado en los resultados. “Somos perfeccionistas al 100%. Buscamos que los detalles se destaquen y que los materiales sean de la mejor calidad”, cuentan las emprendedoras. Para lograr esto, envían foto del producto terminado al cliente que lo haya encargado. Si este pide alguna modificación, se hace sin ningún problema. “Si los muñequitos no tienen la terminación y calidad que nos establecimos, los volvemos a hacer”, agregan. Además, compran un hilo específico para que los productos no pierdan su color original.
Apoyo y agradecimientos
Al igual que ellas, sus clientes aman sus productos. Destacan las fotos y los lindos mensajes que reciben constantemente. “Nos llena el corazón”, afirman. Por su parte, se sienten muy apoyadas por su familia y amigos, especialmente por sus otras dos hermanas. Pero por sobre todas las cosas, se sienten agradecidas, no solo con ellos sino también con quienes confiaron en su trabajo desde el primer momento.