Cuando pensamos en el diseño de un jardín, no todo se trata de plantas y flores. Los materiales, los recorridos y los detalles decorativos juegan un papel fundamental para darle orden, belleza y armonía al espacio.

Itasflowers nos trae algunos tips para tener en cuenta y darle vid al recorrido de tu jardín.

La calidez de la madera

Los pequeños escalones o listones de madera son grandes aliados para marcar por dónde circular. Además de prácticos, aportan calidez y se integran con naturalidad en cualquier entorno verde.

La solidez de la piedra

La piedra es otro material infaltable. Funciona como base firme, suma textura y ofrece contraste con el verde. Puede usarse en caminos, bordes o sectores de descanso.

Arcos: belleza y función

Los arcos de hierro no solo decoran, también contienen a las plantas trepadoras y ordenan su crecimiento. Una rosa trepadora, por ejemplo, puede regalarnos flores desde la primavera hasta bien entrado el otoño.

Canteros con vida todo el año

Un buen jardín tiene canteros que se renuevan en cada estación. Herbáceas, arbustos y flores se combinan para asegurar color y movimiento todo el año. 

El descanso necesario

En todo recorrido debería esperarnos un banco. Un espacio para frenar, leer, charlar o simplemente contemplar el paisaje. Los jardines también se disfrutan en pausa.

Pocos materiales, gran efecto

Un consejo clave: no sobrecargar. Con pocos materiales —madera, piedra y hierro— se logra un equilibrio visual que evita marear la mirada.

Flejes: prácticos y decorativos

Los canteros elevados necesitan contención, y ahí entran en juego los flejes de hierro. No solo cumplen su función práctica, sino que además decoran. Los más altos sostienen la tierra y las plantas; los más bajos ordenan caminos de piedra.

La magia de la iluminación

Al caer la tarde, la iluminación transforma el jardín. Se recomienda destacar los árboles con luces puntuales y dar una luz suave a los canteros. Así, de noche también se luce la belleza del espacio.

En definitiva, un jardín se construye con equilibrio entre lo natural y lo estructural. La suma de madera, piedra, hierro, vegetación y luz puede convertir cualquier espacio verde en un refugio lleno de vida, armonía y encanto.

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