Male Ramos Mejía, creadora de The Food Alchimist, nos comparte cómo un cambio en su alimentación se convirtió en medicina y transformó por completo su vida.

Una historia de resiliencia, esperanza y transformación que nos inspira a nunca bajar los brazos y a confiar en los cambios.

“Durante ese tiempo fui descubriendo cómo el alimento puede ser nuestra medicina, cómo hacer alquimia con el alimento.” Así comienza la historia de Marla Ramos Mejía, creadora de la marca The Food Alchimist, quien atravesó un camino de dolor, pérdida y enfermedad para encontrar en la alimentación una herramienta de sanación y transformación.

En 2016, poco después de la partida de su segunda hija, Violeta, el día del parto, la vida le presentó otro desafío: el diagnóstico de dos enfermedades autoinmunes, esclerodermia sistémica difusa y polimiositis. “Los médicos me decían que eran incurables, que lo mejor era frenar el avance, pero no revertir el daño que ya estaba en mi cuerpo.”

Sin embargo, lejos de resignarse, Male decidió cambiar su mirada sobre la alimentación. Estudió, investigó y descubrió la enorme importancia del intestino en nuestra salud. Desde su cocina comenzó a experimentar, a transformar lo cotidiano en medicina, a hacer verdadera alquimia con los alimentos.

El nacimiento de The Food Alchimist

Entre 2016 y 2018 se fue gestando lo que luego sería su proyecto de vida: The Food Alchimist. En ese período, sus médicos fueron testigos de una recuperación sorprendente: “En el 2018 me dijeron que nunca habían visto una mejoría tan rápida y profunda de estas enfermedades. Llegué a tomar 21 remedios entre homeopáticos y alopáticos, y me sugirieron dejar la última medicación que supuestamente iba a tomar de por vida.”

Ese cambio radical en su salud la llevó, en 2019, a sentirse lista para acompañar a otros en sus propios procesos de recuperación. Empezó a atender en consultorio, a escribir libros con recetas y guías prácticas para sanar el intestino, y lanzó una línea de productos saludables: golosinas 100% naturales, snacks, infusiones y otras propuestas que buscan facilitar un estilo de vida que nutre y regenera.

El camino de la emprendedora

El recorrido como emprendedora no estuvo exento de obstáculos. “Miles”, asegura. La frustración de los tiempos, los procesos largos de desarrollo de cada producto, la dificultad para llegar a todo el país y la exigencia de sostener múltiples roles a la vez.

Pero quizás el mayor desafío sea algo más profundo: aprender a estar presente. “No multitasking. Estar presente trae salud. Respirar, vivir lo que estoy viviendo. Y me cuesta un montón, entre el consultorio, Instagram, los productos, los libros, ser mamá y estar con mis hijas.”

Vivir libre y feliz

De la enfermedad Male aprendió una lección que hoy lleva como bandera: vivir intensamente. “Yo después de enfermarme, aprendí que yo disfruto mi vida, o la disfruto. No hay más que eso.”

Hoy, con The Food Alchimist, sigue compartiendo no solo productos y conocimientos, sino también una filosofía de vida: la convicción de que el alimento es una medicina poderosa, capaz de sanar y de devolvernos la vitalidad.

Gracias, Male, por compartirnos tu testimonio. Tu historia nos inspira a no bajar los brazos, a creer en los cambios y a confiar en que siempre es posible transformar nuestra vida.

📍Barrio Santa Catalina – Eidico

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