El turismo sustentable plantea que, a la hora de visitar un lugar, no seamos tan invasivos. En cambio, lo más apropiado sería pedir permiso al entorno que nos recibe, respetando las culturas originarias y, sobre todo, el orden de la naturaleza.
Es así como empiezan a brotar distintas propuestas alrededor del mundo, donde no sólo se prioriza el contacto con el medio ambiente más rústico, sino que también sus mismas construcciones reflejan un extremo cuidado por el ecosistema.
Hotel tubo
Este proyecto abrió sus puertas en el 2010 y su materia prima es nada menos que tubos de concreto reciclados, acondicionados perfectamente para que sean funcionales y reconfortantes al mismo tiempo. Este complejo se encuentra dentro de una gran huerta orgánica en el Pueblo Mágico, Tepoztlán, de México, y resulta un paraíso para sus visitantes. Es verdaderamente de otro planeta.
Indah, una morada de bambú en Bali
En el año 2005, una pareja vanguardista del mundo oriental, John y Cynthia Hardy, implementó el bambú casi en un 100% a la hora de edificar su propio hotel. Siendo que crece en exceso y es un excelente sustituto de maderas duras, logra ser un recurso sustentable. Sus ambientes encuadran una atmósfera súper natural. De esta manera, se inserta en su paisaje casi por completo. ¿No es espectacular? De noche se ve realmente deslumbrante.
Estructuras en árboles
Incluso existen hoteles que elijen recibir a sus turistas en exóticas y lujosas casas en árboles. Esta tendencia inició en China y se expandió a lo largo de todo el mundo, gracias a la positiva repercusión que tuvo en quienes se animaron a vivir la experiencia de pasar unas vacaciones en medio de la vegetación. No es para menos: las habitaciones se improvisan en medio de tupidos bosques, en muchos casos cercanas al mar, respetando al máximo el medio ambiente y otorgando un contacto puro con la naturaleza.
Una tendencia universal
Ya son muchos los países que juegan e innovan con éstas técnicas: Australia, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Canadá, China, Japón… Como siempre, resulta imposible suponer las tendencias del futuro y por eso desconocemos las estructuras del turismo venidero. Sin embargo, hoy cabe más que nunca la corriente del turismo sustentable. ¡Que así sea!
¡Hasta la próxima!
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Mechi,
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