¿Los pone de malhumor el desorden y la desprolijidad? ¿No soportan la acumulación de objetos innecesarios y quieren maximizar los espacios? ¿Buscan generar una atmósfera cálida y una decoración sin elementos superfluos que recarguen?
Personalmente, me declaro histérica, por no decir obsesiva, del orden. Pero como sé que no estoy sola en esta movida, me pareció interesante adentrarnos en la decoración minimalista, opción que lejos está de ser una tendencia aburrida, austera o sin estilo.
Principio básico: sencillez y funcionalidad
El objetivo es conseguir resultados satisfactorios, con el menor número posible de elementos (los cuales deben combinar y formar una unidad), dándole mejor y más espacio a lo que usamos cotidianamente.
Principales características:
– formas puras, simples y geométricas; líneas rectas
– preferencia por espacios amplios y luminosos
– disposición ordenada de muebles sencillos, cómodos y funcionales
– paredes mayoritariamente despejadas
– utilización de madera y materiales rústicos
– paleta de colores neutros, contrastes de blanco y negro (uno de los principales íconos del estilo), mínima cuota de colores extremos que pueden tener textura y/o brillo
– eliminación de todo tipo de bordados, estampados, floreados en cortinas, colchas y alfombras
Se prioriza el todo sobre las partes, ¿cómo alcanzarlo?
– Paredes: suelen usarse colores neutros, como el blanco, negro y gris. Para dar calidez, se suman los tonos beige y marrón. Las paredes en general son blancas, para que el espacio se vea luminoso, y son los cuadros (generalmente grandes) los que aportan la cuota de color.
– Muebles: indiscutiblemente, los expertos a la hora de lograr el “menos es más”, es decir, la mínima expresión, son los nórdicos. Palta Furn ofrece gran variedad de muebles de estilo escandinavo, diseñados con formas geométricas simples, en los cuales prima la madera natural en tonos claros (a veces combinada con laqueados blancos) y, por supuesto, ausencia de ornamentos.
– Iluminación: una buena lámpara con diseño geométrico no sólo sirve como decoración, sino que también ayuda a iluminar el ambiente (clave dado que ayuda a que el espacio se vea limpio y ordenado). Para mesas de apoyo o mesas de luz, las lámparas de Fiumine son una excelente opción; y para el techo, elijo las lámparas de madera de CoolwoodBa.
Detalles
Y ahora una de las etapas que más disfruto: la búsqueda de piezas y objetos de diseño que le den un toque distintivo.
¡Pero atención! Fundamental no abusar de la filosofía “los detalles son todo” para no perder la esencia minimalista. No hay necesidad de renunciar a elementos que definan nuestra personalidad e identidad, sólo hay que hacerlo de manera medida. Es más, el hecho de que sean pocos los detalles, nos permite ir cambiándolos de vez en cuando y no aburrirnos de ver siempre lo mismo.
Me gusta aportar la cuota de color con cuadros, con incorporación de plantas (de hojas muy lanceoladas y cabos largos), y con almohadones (el estilo escandinavo es perfecto para combinarlo con tonos fluorescentes, pero también queda muy bien con tonos nude y colores pasteles). Mis preferidos pueden encontrarlos en ApatheiaDeco.
Por último, también se puede agregar color con algún un mueble especial, como una silla, cómoda o sofá.
Posdata
Esta tendencia hacia el desprendimiento, no sólo brinda armonía a nuestro hogar, sino que hace que resulte menos caótico vivir, limpiar y organizarse, detalles no menores. Por otra parte, para quienes están empezando a decorar de cero una casa, además, baja los costos. Lógicamente, menos elementos requieren de menos presupuesto. Y para el resto, nunca es tarde, siempre se está a tiempo de ordenar, reacomodar y liberarnos de aquello que no nos es imprescindible. Solo hay que animarse a soltar y recordar que, generalmente, “menos es más”.
¡Hasta agosto!
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Dolly,
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