Lo que quiero compartirles en esta nota es lo que ella me enseñó respecto de los principales errores que hay que evitar, ya que decorar una casa es más que comprar objetos y muebles lindos, y a veces nos gana la ansiedad.

Evitemos el «prueba y error»
Mi primer y mejor consejo es que tengamos mucha paciencia y no nos precipitemos a la hora de comprar muebles ni pretendamos tener toda la casa decorada desde el primer día.

– Muebles: típico, a la hora de mudarnos salimos corriendo a comprar todos los muebles, antes de irnos a vivir a la nueva casa. Pero a ganarle a la ansiedad y esperar a cuando efectivamente estemos viviendo, ya que será cuando más claro tengamos las ideas en base a las necesidades de espacio. Es clave ver cómo van quedando los distintos ambientes para asegurarnos de que los muebles interactúen y guarden  armonía con los espacios, y que además de lindos sean cómodos (por supuesto que los objetos de nuestra casa nos tienen que gustar, pero no podemos pasar por alto que sean prácticos y que se puedan limpiar fácil).

– Pintura: nunca hay que elegir los colores sin ver antes la cantidad de luz natural que entra por las ventanas, el espacio disponible y, principalmente, el tipo de pisos. Mamá no paró de repetirme “Dolores, fíjate en la luz, las tendencias no son lo único, y proba el color antes porque las paredes, con el tiempo, cansan”. Básicamente, ante la duda, sepamos que el blanco nunca falla y además agranda, amplifica la luz y es raro que no guarde armonía con algún estilo decorativo. Se puede abusar de él todo lo que queramos.

– Iluminación: una vez chequeada la luz natural que tiene el espacio a decorar, siguiendo las necesidades del espacio y del diseño que buscamos lograr, ya se pueden elegir los artefactos eléctricos (siempre teniendo presente el consumo eléctrico de los mismos).

– Complementos: va a haber muchísimas cosas que quieran ir comprando (cortinas, almohadones, mantas, alfombras, cuadros). Desde ya que seguramente todo sea muy lindo, pero no compren nada hasta que no tener los muebles en su lugar y las paredes pintadas, ya que el conjunto puede quedar mal si no es el adecuado. Para ir adelantando tiempo, si saben que les gusta un estilo y tienen un color preferido, pueden ir haciendo un estudio de mercado e ir anotando todo, para simplificar y ahorrar tiempo al momento de ejecutar.

– Organización: tiene que ser funcional. Lo más habitual debe estar accesible, aunque no sea lo más lindo que tengamos. Mamá no se cansó de repetirme que la casa, además de ser contemplada, va a ser vivida.

– Electrodomésticos: generalmente cuando nos estamos mudando, todo es gasto, y tendemos a ahorrar comprando heladera, lavarropas y todo el resto de los electrodomésticos de calidades inferiores. Ahora bien, hay que tener en cuenta que los electrodomésticos tienen una vida útil de muchos años, y es mejor hacer una buena inversión, eligiendo siempre de acorde al uso que le damos.

Una vez más nos gobierna el «menos es más»
Nunca está de más acordarnos que un espacio con pocas cosas bien elegidas siempre es mucho mejor que uno que tenga más y genere sensación de rejunte. Pocas cosas hacen que nuestro hogar se vea más limpio, despejado y ordenado.

La decoración de una casa siempre está en continua evolución y puede transformarse de acuerdo a las necesidades, gustos o modas. No hace falta entonces sacarnos las ganas de todo los que nos gusta en un mismo momento.

Posdata
Esta nota es un pequeño gesto para agradecerle una vez más a mamá por acompañarme en mi camino a la independencia. Este año, durante mi primera mudanza, tantos años de aprendizaje dieron sus frutos. Y al resto de las madres las felicito por estar siempre al pie del cañón, sin esperar reconocimiento alguno. ¡Qué sería de nuestros hogares sin ustedes! ¡Feliz día para todas!

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Dolly,
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