Especialmente valorado por las mujeres, aunque no exclusivamente, este beneficio ya está instalado en muchas empresas argentinas. Trabajar por objetivos más que por presentismo es la nueva tendencia. Otra opción que avanza es el trabajo independiente. Mujeres profesionales o emprendedoras que se mueven en forma 100% autónoma.
Texto: Mónica Fernández
Hacer equilibrio, jugar varios roles, explorar íntegramente el multitasking podrían ser algunas de las muchas definiciones de las mujeres del siglo XXI. Conjugar profesión y desarrollo personal sin descuidar ser mamás, el papel más importante que nos toca interpretar en la vida, es el desvelo de muchas de las que integramos la generación de entre 30 y 40 y pico.
El home office apareció hace tiempo como una de las soluciones al dilema que antes “obligaba” a muchas mujeres a abandonar su profesión. Trabajar desde casa algunos días de la semana es una modalidad que crece entre las empresas que van más a la vanguardia en materia de recursos humanos.
Como se desdibujan ciertos límites de horario cuando un empleado responde un mail urgente desde su celular aunque ya no sea su horario laboral, muchas firmas entendieron que dar la libertad de cumplir con el trabajo desde otro ámbito mejora el rendimiento y la relación con sus empleados, especialmente cuando se trata de mujeres.
De acuerdo a un informe realizado por la consultora en recursos humanos Manpower y tras un relevamiento en el que se encuestó a 222 líderes de empresas a escala global, surgió que actualmente las mujeres representan más del 50% de la fuerza laboral global, pero menos del 25% de los puestos de alta gerencia. Ese gap, coinciden los ejecutivos que participaron de la encuesta, es necesario achicarlo, no por una cuestión de reglas o de cupos femeninos, sino porque la mirada de la mujer aporta mucho en la dirección y en la alta gerencia.
Y dar más posibilidades de equilibrar la vida laboral con la familiar, contribuir al life balance del que actualmente tanto se escucha hablar, es el camino que están tomando. “UN 42% de los entrevistados considera que la flexibilidad laboral es clave para contar con más mujeres en posiciones de liderazgo”, contabilizan en la consultora. “Este enfoque de traje a la medida requiere una cultura que valore el rendimiento y los resultados en lugar del presentismo”, enfatizan.
Las herramientas tecnológicas juegan, obvio, a favor de poder cumplir con varios roles al mismo tiempo como estar conectadas desde cualquier lugar y cumplir con los objetivos previstos aunque sea desde nuestros smartphones en la sala de espera del pediatra.
Uno o dos días de home office a la semana, no sólo permite equilibrar los dos mundos sobre los cuales pivoteamos constantemente las mujeres –laboral y familiar – sino que, en una ciudad cada vez más complicada para viajar y transitar, esta facilidad reduce el estrés (y en consecuencia se puede trabajar mejor), permite ahorrar costos y ganarle “algunas” horas al día que de otro modo se pierden viajando.
Tan importante es el tema del work life balance, que resulta entre los más mencionados en las encuestas que sirven de base al Ranking de Mejores Empresas para Trabajar (Great Place to Work): “Siguiendo la tendencia creciente que se viene observando desde hace algunos años en todo el mundo, el equilibrio entre la vida laboral y personal se ubica en el segundo lugar con un 24% de respuestas entre los entrevistados y es incluso más valorado que la remuneración, que tiene un 19% de respuestas positivas”, remarca el último informe de la edición 2016.
A tiempo completo
Otra opción que muchas mujeres exploran es la de ser completamente freelancers o trabajadoras independientes. En este caso, ya no hay relación de dependencia con la compañía. Se cierran “contratos” para proveer un determinado servicio que puede ser temporal o extenderse en el tiempo, con uno o varios clientes.
Acá también la tecnología, las redes sociales de tipo profesional (como Linkedin) y, más aún, las nuevas plataformas como Freelancer.com; Guru.com o Workana.com, entre otras, donde se pueden ofrecer servicios profesionales, conectar con nuevos clientes y postularse a búsquedas de empresas nacionales o internacionales que priorizan los resultados al presentismo, es una realidad que multiplica las opciones de trabajo independiente, in-house o home office, como cada cual prefiera llamarlo.
En estos casos la organización tanto del tiempo como de las finanzas personales es fundamental. Porque al no haber relación de dependencia, tampoco hay pago de vacaciones, ni días de licencia por enfermedad.
A cambio, una hoja en blanco cada día para disponer las horas de trabajo de la manera que a cada uno le resulte más provechoso, con la única exigencia de cumplir con el objetivo puesto por el cliente en tiempo y forma.