Por Paz Ferreyra Revol.

La gran crisis educativa no ayuda ni a los docentes ni a los alumnos. Los profesores, poco reconocidos e incentivados, poco pueden transmitir del entusiasmo de aprender a sus alumnos. ¿Qué hacer frente a este panorama?

Colegios que, bajo la vorágine y las exigencias de la actualidad se convierten en empresas. Formadores que olvidan que su «materia prima» son pequeñas personas en formación, permeables y sensibles. Maestros y profesores que no siempre están del todo motivados, y con esto a veces poco comprometidos. Alumnos que tienen la información al alcance de un clic, y que creen que todo lo saben. Un combo explosivo, un laberinto sin retorno que parece no tener salida.

“¡Es una locura que Tomy tenga que seguir en clase después de ocho horas de colegio!”, nos dice Mariana, la mamá, en un tono que denota una mezcla de indignación y agotamiento.

Pero Mariana no es la única que “padece” el tema académico de su hijo, por Zum Apoyo Escolar han pasado cientos de madres, en condiciones similares, que nos han transmitido comentarios tales como:

– “¡Ya no puedo seguir peleándome con Manu todas las tardes para que se siente a estudiar, se desgasta nuestra relación y, además, tengo otros dos hijos más que necesitan mi atención!”

– “Yo soy abogada, con sociales y algo de historia lo puedo ayudar, pero ¡no me pidas química…no entiendo nada!”

– “¡Hace más de 20 años que terminé el secundario! ¡No me acuerdo nada de todo esto! ¡Necesito ayudaaaaa!”

– “Trabajo todo el día, llego a casa agotada a las 18.30, honestamente no tengo resto para sentarme a estudiar con Cami…”

Y la lista sigue y sigue. Y no es más que el producto de un círculo vicioso: colegios poco aggiornados, profesores mal pagos y poco incentivados, y por ende poco o nada comprometidos. Alumnos desganados, desinteresados, desmotivados y cada vez más distraídos con el celular, las redes sociales y los videojuegos. Madres que trabajan (muchísimas veces obligadas por la situación económica o incluso separadas), y llegan a sus casas muy cansadas, con poco tiempo para dedicarse de lleno a sus hijos, las principales víctimas de este sistema.

¿Qué hacer? No perdamos las esperanza de que este sistema educativo con grandes falencias se modernice y cambie. Es mucha la gente comprometida, trabajando en el tema. El asunto llevará tiempo, pero creemos que las mejoras graduales se verán tarde o temprano.

¿Y mientras tanto qué? Mientras tanto, somos las madres las que debemos acompañar, contener y guiar a nuestros hijos para que no sean “víctimas” del sistema sino que, por el contrario, den lo mejor de sí, con la ayuda justa, pero siempre esforzándose y valorando la posibilidad de estudiar.

Es por eso que decimos que el apoyo escolar externo se volvió algo tan normal como necesario. Está instalado como un eslabón más del sistema actual, y es de gran ayuda tanto para los chicos como para las madres. Al fin de cuentas, es parte de una etapa que algún día, así como empezó, terminará o se modificará. Durante su recorrido, acompañemos de la mejor manera a nuestros hijos.

Contactos

Paz Ferreyra Revol – Directora de Zum Apoyo Escolar y Universitario

FB: Zum Apoyo Escolar

Dirección: Centro Comercial Santa Bárbara Of. 29

Tel: 15-5577-8706

15-5839-2915

Mail: zumclases@gmail.com

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