Las plantas aromáticas cultivadas en nuestras huertas, macetas, cajones o en suelo directo, nos permiten obtener, en forma fresca y absolutamente natural, hierbas y especias que caracterizan la cocina y dan sabor a los platos con variadísimas posibilidades.
Perejil, ciboulette, cedrón, albahaca, son algunas de las especies que se pueden ir incorporando a medida que nos vamos entusiasmando. Y el entusiasmo viene con el uso porque para las que nos gusta cocinar, las aromáticas se transforman en un aliado imprescindible. Acá van las seis más utilizadas en los jardines y que son aptas para macetas.
Perejil crespo (petroselinum crespo)
Toma su nombre de Petra (piedra) porque tiene el poder de crecer, de forma espontánea, entre ellas. Sus hojas arrugadas son muy decorativas, digestivas y diuréticas. No sobrepasa los 30 cm de alto y es ideal para cultivarlo en una maceta al sol. En Europa sus raíces se utilizan como verdura de invierno.
Ciboulette (Allium schoenoprasum)
Perteneciente a la familia del ajo y la cebolla, es una planta perenne con hojas redondeadas, huecas y afiladas. Llega a medir hasta 20 cm de alto. Su flor lila es comestible en ensaladas y en salsas. Es una planta que posee bulbo, y cada vez que la podamos para consumir sus hojas, vuelve a brotar.
Romero (Rosmarinus officinalis)
Arbusto perenne de 2 metros finales en altura. Sus aceites esenciales se perciben con solo rozar la planta. Su perfume es intenso y conviene usarse con discreción en la cocina. Las flores suelen añadirse en ensaladas, ya que son muy sabrosas, y sus ramas condimentan las carnes asadas,
Es antiespasmódico y antirreumático. Se utiliza en la cosmética, en la preparación de perfumes y contra la caída del caballo. Antiguamente, se quemaban sus ramas para perfumar las habitaciones.
Cedrón (Aloysia triphylla)
Arbusto desprolijo de más de tres metros de altura. Su follaje es muy perfumado y se utiliza tanto si está verde como si está seco en tés o postres. Es muy útil para el estrés y afecciones nerviosas y se recomienda tomar tres veces al día un té de hojas en infusión. En el mate, unas hojitas de cedrón le dan un sabor diferente.
Orégano (Origanum vulgare)
Su porte rastrero permite utilizarla en el borde de los cajones o macetas. Originaria del norte de África, tiene flores de color blanco y rosa, y son comestibles, frescas y secas. Al estar fresco, es ideal para combinarlo en las pastas caseras. Le gusta el sol y ser podada luego de la floración. Se multiplica por semilla en primavera, por gajo en verano y en otoño podemos hacerlo por división de matas.
Albahaca (Ocinum basillicum)
Es una planta originaria del Pacifico que llega en siglo XVI a Europa y a Asia. Los primeros pobladores comenzaron a cultivarla América. Su cultivo es anual porque re sembramos en primavera. Existe una variedad de hojas rubras, muy sabrosas. El pesto es a base de sus hojas, y combinado con el tomate, es un clásico. Ofrece propiedades tónicas y estimulantes para el sistema digestivo.
¿Cómo usarlas?
Para consumirlas frescas, es mejor cosecharlas en el momento que estamos cocinando, y pasarlas suavemente por agua para eliminar restos de tierra en sus hojas y tallos. En el caso del perejil y ciboulette se espolvorean sobre el plato justo antes de servir.
Para guardar las hierbas frescas, se deben envolver en papel aluminio, o bien se lavan, se secan sacudiéndose, y se colocan en recipiente de vidrio bien cerrado en la heladera. Además, con las hierbas enteras se pueden hacer vinagres aromáticos. Por ejemplo, la albahaca y el romero, dan un sabor distinto y muy rico al aceite de oliva.
Para guardar las hierbas secas, después de cosecharlas, se ubican en un lugar seco con poca luz y boca abajo. Una vez bien deshidratadas, las desmenuzamos y las colocamos un segundo al horno en una asadera. Luego, se guardan en un frasco estéril de vidrio. De esta manera, tendremos hierbas todo el año.
Tips:
- Es más sabrosa la flor que el follaje de cada hierba
- Luego de utilizar las hojas de hierbas frescas, picamos los tallos finamente y los utilizamos en salsas y guisos.
- Colocar ramitas de romero, perejil, apio, tomillo, junto a una hoja de laurel en carnes rojas o legumbres.
- Para pescado, utilizar salvias; para pollo, romero, estragón y menta.
- Con vegetales, orégano, perejil y ciboulette.
- Es mejor cortar la albahaca con los dedos que con tijera para conservar más tiempo su aroma y sabor.
Texto: María Laura Vidal Bazterrica – @itasflowers
Fotos: Rosario Lanusse – @rochilanu – Maggie Lennon – @magglennon