Cuando el motor es la familia y el desarrollo profesional se traduce en honrar y seguir los pasos de una abuela adelantada a su época y llena de desafíos, nada es obstáculo. Con ascendencia húngara, esta marca de cosmética natural pisa fuerte en un mercado más consciente del cuidado de la salud y el medioambiente.
La historia de BOR (@bor.cosmetica.natural), una empresa de cosmética natural, tiene como protagonista a una familia que llegó desde Hungría para radicarse en Córdoba. Siempre las crónicas de aquellos primeros inmigrantes llenos de ilusiones, proyectos y mucho empuje nos llenan de entusiasmo y nos contagian ganas de progresar. Y esta no es la excepción.
Piroska Borsits, fundadora del laboratorio Rosedibor, fue una adelantada a su época. Siendo una de las primeras mujeres en estudiar Farmacia y Bioquímica, terminó de capacitarse en París para instalar un laboratorio de cosmética al lado de su casa. La esencia de sus productos quedó escrita y hoy son sus familiares quienes encontraron en estos documentos la llave maestra para revivir el proyecto con una cuota de valor agregado.
Haciendo honor a una abuela visionaria
El proyecto es liderado por Carolina Di Carlo, Comunicadora Social y nieta de Rosita Borsits, como la llamaban una vez instalada en la Argentina. Guiándose por ese listado de productos original, se relanzaron como nueva marca amigable con el medioambiente y ecológicamente responsable.
En marzo de este año, y con la ayuda de Fabiana Ozino Caligaris y Claudia Groisman, dos bioquímicas, salieron al mercado con cuatro productos naturales, aptos para veganos y celíacos y no testeados en animales (cruelty free). Ellos son: leche de pepinos, serum antioxidante, hidratante facial vitaminada y protector solar con color SPF+30. Todos con certificación ANMAT y dermatológicamente testeados. Además, utilizan envases de vidrio para reducir el uso de plástico y sus estuches se realizan con papel proveniente de una forestación responsable.
Un inicio bien arriba
Superando ampliamente sus expectativas, estos primeros meses les regalaron enormes satisfacciones. Con alrededor de 300 productos vendidos mensualmente, saben que es vital aprovechar este envión de lanzamiento, no estancarse y siempre apuntar a ampliar la oferta y el público.
“Con esta primera línea de productos, apuntamos a una mujer de entre 30 y 60 años, que conoce de cosmética y es exigente en cuanto a los resultados”, nos cuenta Carolina.
El próximo paso es ampliar el rango de edad, sumando líneas para más jóvenes y también para mujeres de más de 60. “Somos muy cuidadosos de la calidad de los productos, siendo fiel a las promesas que anunciamos. En general las mujeres se sorprenden por los resultados que consiguen usando nuestra línea”.
El boom de la cosmética natural
Todos sus productos son de origen vegetal, evitando siliconas y derivados del petróleo. Siendo más saludable para nuestro cuerpo, más amigable con el medioambiente y con resultados tan eficientes o más que la cosmética tradicional, la respuesta positiva del mercado no tardó en llegar.
“La cosmética natural ya es parte de la conciencia saludable de nuestra época. Es el equivalente a cambiar los alimentos procesados por alimentos naturales. Lo que frena a veces esa incorporación es que hay mucha cosmética casera, sin certificación y eso genera desconfianza, así como también la creencia de que lo natural no puede ser profesional”, sigue Caro. Lo cierto es que en la Argentina ya hay muchas líneas de cosmética natural certificadas por ANMAT, sólo necesitan tiempo para asentarse en un mercado copado por las grandes marcas.
Cuando el motor es la familia
Su marido, ingeniero químico, fue uno de los grandes impulsores para que este proyecto se convirtiera en realidad. Además, sus papás, hermanos y su familia extendida colaboran en el día a día con cuestiones administrativas, comerciales y contables. “Y claramente estoy eternamente agradecida a mi abuela por su proyecto que fue mi inspiración y a Dios por acompañarme en cada paso”, termina esta emprendedora que siempre tiene un nuevo desafío en puertas y muchas ganas de aprender y superarse.