Por María Ducos

Cada día un nuevo desafío y una oportunidad. El resultado de poner en una licuadora a dos amigas, con carreras complementarias, hijos a cargo y demasiadas ganas de emprender se sintetiza en el proyecto de @casa.pas. Paciencia, profesionalismo y valentía, los ingredientes para que la fórmula sea un éxito. Esta es la historia de sus creadoras.

Siempre tenemos motivos para resistirnos al cambio. La comodidad, la rutina establecida, el miedo a lo desconocido, el terror a la novedad. Las excusas afloran ante la posibilidad de morir a lo viejo para darle lugar a lo nuevo. Y cualquiera hubiera dicho que una pandemia, con la crisis e incertidumbre que acarreó, no era el momento ideal para lanzarse a emprender, sobre todo teniendo un trabajo fijo y la estabilidad que eso supone. Pero a veces los volantazos profesionales llegan cuando menos lo esperamos y el golpe de efecto trae un aire fresco que estábamos esperando sin saberlo.

Panchi Maciel y Sofi Blanco son amigas, madres y emprendedoras entusiastas. Una diseñadora, otra arquitecta, se sorprendieron cuando en plena pandemia @casa.pas, su proyecto de arquitectura y decoración, empezó a escalar con firmeza. Tan buena fue la repercusión de su desembarco que ambas dejaron sus trabajos a tiempo completo para dedicarse de lleno y apostar en serio y por fin a lo propio.

Embarazadas las dos y con una energía voraz, nada las detuvo para invertir a largo plazo y que el proyecto crezca de manera profesional. La primera tanda de productos que lanzaron cuando el confinamiento era total y el negocio por redes sociales explotaba, se liquidó a una velocidad sorprendente.  “A partir de ahí nos fuimos guiando por lo que los clientes pedían y fuimos incorporando nuevos productos”, nos comenta esta dupla.

Sillones, cortinas, bibliotecas, mesas, sillas, acolchados. El abanico es inmenso y siempre está abierto a incorporar más piezas.

Sumar aristas al negocio

Y como si hacés las cosas bien, ofrecés productos de buena calidad y contás con un asesoramiento valioso, la recompensa no tardó en llegar. Después de varios meses de vender sus productos, surgió la posibilidad de diseñar tres dormitorios de cero. Ese fue el comienzo de los proyectos integrales y hoy una marca registrada de su propuesta.

Carpintero, herrero, costurera, tapicero, electricista, albañiles, colocadores de cortinas. El equipo es grande porque también es grande la aspiración a convertirse en una opción de primer nivel. Porque no hay limitación a la hora de crear y siempre les parecerá un gran desafío hacer algo nuevo o trabajar un material desconocido para ellas.

El plus de confeccionar piezas a medida es también la oportunidad de crear piezas especiales y estar a disposición del cliente. “Tener entrega inmediata de productos en serie está bueno, pero creemos que vale la pena esperar cuando se trata de algo a medida”, nos cuenta. Como en la vida, lo realmente valioso, cuesta tiempo y paciencia.


¿Cómo trabajan en Casa Pas?

Si es un mueble a medida, lo primero que se hace es pedir las medidas al cliente para pasarle un presupuesto. Una vez aprobado ese presupuesto, son ellas mismas las que van a corroborar la exactitud de las medidas para mandar a producir la pieza sin errores.

Cuando se trata de un proyecto integral, una reunión virtual o presencial es el primer paso. Según los ambientes a diseñar, se arma un presupuesto y se arranca. El día de la colocación es clave su ojo entrenado para supervisar todo el proceso.

El gran valor agregado de esta marca que recién empieza es estar a disposición y hacer partícipe al cliente de todo el proceso que implica el diseño y armado de una pieza. 

Todo lo que va, vuelve

Igual que puertas adentro, cuando entre las dos se cubren si alguna tiene un día complicado, eso mismo lo reflejan para afuera, para su público. Ayudar a través de las redes, respondiendo dudas, consultas y opiniones es gratificante más allá de que sean clientes o no. Posicionarse como expertas en un tema es un lugar que supieron ganarse.



Animarse a emprender en un año tan particular fue un salto al vacío que tuvo buen resultado gracias a la perseverancia y confianza. También saben que nada hubiese sido posible sin su familia: fleteros, embaladores, apoyos incondicionales. Y por supuesto, un agradecimiento especial a sus primeros clientes y proveedores que acompañaron esta travesía. 

La meta ahora es seguir creciendo. Si buscan el constante movimiento y la creatividad en el día a día, entonces la rueda seguirá girando. Porque con ganas y motivación, los desafíos iluminarán el camino para seguir superándose.

IG: @casa.pas