A veces, los grandes proyectos comienzan de la manera más inesperada. Así fue para Loli, quien, entre su trabajo en relación de dependencia y la maternidad, encontró en los telares una pasión que hoy se ha transformado en su propio emprendimiento: Casafarben.

Todo comenzó cuando su cuñada le regaló un bastidor de madera. Motivada por la curiosidad, Loli decidió probar siguiendo un video de YouTube. Con el tiempo, descubrió en los telares un espacio de creatividad y disfrute. La conexión con el oficio también tenía raíces cercanas: su marido tiene una hilandería, lo que le permitió acceder a materiales y experimentar con distintas técnicas.

A person weaving a piece of yarn

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Poco a poco, empezó a compartir fotos de sus creaciones en redes sociales, mostrando su proceso y los detalles de cada pieza. La respuesta de la gente fue inmediata y positiva. Sin haberlo planeado, comenzó a recibir pedidos, especialmente del telar arcoiris, un diseño muy buscado por madres para decorar los espacios de sus bebés.

A rainbow and a basket of yarn

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Hoy, Loli logró encontrar un equilibrio entre su trabajo full-time, su emprendimiento y su rol como mamá de dos hijas. Para ella, la clave ha sido la perseverancia y la paciencia.

«Nada se logra de la noche a la mañana, pero si uno tiene una pasión y es constante, todo es posible», afirma.

Casafarben no es solo un negocio, sino el reflejo de un camino de esfuerzo, creatividad y amor por los detalles, que sigue creciendo con cada nueva pieza tejida.

Agradecemos a Loli por compartir su historia e inspirarnos con su pasión y dedicación. ¡Gracias, Loli!

@casafarben

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