A raíz del último libro de Maritchu Seitún y Sofía Chas, «Coco, Mini y la Tecnología», aprovechamos a entrevistarlas y profundizar sobre cómo navegar mejor el mundo digital junto a nuestros hijos.

“No es solo lo que hacen con las pantallas, sino lo que dejan de hacer cuando están con ellas.” 

Maritchu Seitún y Sofía Chas abren la entrevista con esta frase, que resuena profundamente en los padres y nos invita a reflexionar sobre la importancia de regular el uso de las pantallas en nuestros hijos.

Un poco sobre el libro

«Coco, Mini y la Tecnología», es una propuesta que nace de la preocupación por cómo la tecnología está impactando el crecimiento de los más chicos. 

Maritchu y Sofía, nos cuentan que la inspiración detrás de este proyecto surgió al observar cómo tanto adultos como niños están cada vez más atrapados por la tecnología, lo que está impidiendo un desarrollo saludable y equilibrado en la infancia.

Su objetivo es que tanto padres como hijos comprendan la necesidad de establecer límites saludables en el uso de la tecnología, para que esta se convierta en una herramienta poderosa y positiva, en lugar de un obstáculo para el desarrollo infantil.

“Es de altísimo riesgo que los dejemos en manos de la tecnología, porque en lugar de formarlos nosotros como papás, los forma la sociedad,” comenta Maritchu

«Coco, Mini y la Tecnología», ofrece una guía práctica y accesible que ayude a las familias a navegar por los interrogantes que trae consigo el uso de la tecnología en la vida cotidiana. El enfoque del libro no es prohibir el uso de la tecnología, sino más bien encontrar un camino hacia una regulación efectiva y positiva. 

«No se trata de prohibir, la idea es cómo encontrar el buen camino de la buena regulación para que sea una herramienta, un instrumento de uso fabuloso, necesario, genial, pero solo eso,” suma Sofía. 

¿Qué riesgos conlleva el uso indebido de pantallas? 

El uso indebido de pantallas genera riesgos significativos, como la falta de autorregulación y la desconexión emocional de los chicos con sus padres.

“Estoy angustiado, me meto en una pantalla y no me conecto con lo que me pasa. Los problemas no desaparecen, simplemente postergan mis emociones, mi miedo y mi tristeza,” explica Maritchu.

Esto puede llevar a una adicción relacionada con la falta de autorregulación, ya que un chico que puede regularse es aquel que habla de lo que le sucede y utiliza esa comunicación para salir de situaciones difíciles. Por eso es crucial que el vínculo se dé con un ser humano y no con una pantalla.

¿Cómo podemos educarlos en este uso?

La clave está en la presencia y acompañamiento de los padres durante todo el proceso, desde muy pequeños hasta que estén preparados. Debemos estar cerca de nuestros hijos para poder educarlos en el uso de las pantallas.

Primero, se les puede dar un teléfono que solo tenga WhatsApp. Luego, gradualmente, se les puede permitir una red social, que miraremos juntos, explicando el razonamiento detrás de las decisiones: «por qué esto sí y por qué esto no».

Este acompañamiento puede durar dos, tres, o incluso cuatro años, desde los 11 hasta los 15 años. Es similar a enseñarles a cruzar la calle; los observamos hasta que un día vemos que pueden hacerlo solos. Con una pantalla es lo mismo; les soltaremos la mano cuando veamos que pueden manejar el teléfono solos.

¿Qué mensaje final les dejarían a los padres?

Maritchu: “Somos nativos vinculares, fuimos nativos vinculares y seremos nativos vinculares. Tenemos que estar cerca de nuestros chicos. Nuestra pantalla nos aleja de ellos y su pantalla nos aleja de nosotros. Las pantallas nos alejan de ellos y las conexiones neuronales se dan en el vínculo. El desarrollo realmente se empobrece, se complica, hay menos vocabulario. Es muy importante seguir vinculándonos la mayor parte del tiempo, como humanos.”

Sofía: “No nos olvidemos que somos papás y que nosotros tomamos las decisiones correctas. Miramos más lejos y cuidamos a nuestros hijos. No les tengamos miedo; si les dimos algo, luego nos animamos a retirárselos si es necesario. ¡Lo más importante es que los cuidemos!”

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