Reunimos tres emprendimientos que vieron la luz gracias a esfuerzos compartidos. Entre amigos, las dificultades se tornan desafíos y los miedos se vuelven oportunidades.
TEXTO: María Ducos – FOTOS: Tefi Conen
La amistad como ingrediente vital es lo que une a los emprendimientos White Wolf, Siesta Pijamas y Trazo y Compañía. Al perseguir sus sueños, que fueron parte de tantas charlas y desvelos, la confianza es lo que abrió la puerta para animarse a hacerlos realidad. Desde que dieron luz verde al mundo emprendedor, los proyectos comenzaron a funcionar y, como un matrimonio, sentaron las bases: compartir ganancias, fijar una estrategia clara y diferenciar los roles. En una nueva edición de #60segundostigris, nos reunimos con estas emprendedoras amigas en Espacio Creativo Nordelta -donde se dictan workshops para mujeres- para que nos cuenten sus historias.
DE TANDIL PARA EL MUNDO – @WHITEWOLFOK
White Wolf nació del otro lado del planeta, en una playa australiana, y gracias a la persistencia de Leoni y Luisana -primas y amigas tandilenses-, tocó suelo argentino para quedarse y triunfar. De viaje por aquellos destinos exóticos, las chicas conocieron unas lonas circulares de toalla y vieron en ellas un potencial gran producto. Después de meses de probar diversas alternativas y materiales, decidieron que harían lonas de toalla de un lado y de género de la India del otro. Este cambio respecto de la idea original les permitió, de repente, contar con un producto para el verano, como lona, y para el invierno, como frazada o de decoración. Sin tener experiencia en talleres, telas, confección ni presupuesto, White Wolf lanzó este primer producto justo antes del verano y fue un boom.Pero al tiempo, otros las empezaron a copiar y para diferenciarse, emprendieron un viaje a la India en busca de géneros y modelos que fueran su marca registrada. Con los retazos y las sobras de las lonas, cubrieron un abanico de productos que van desde manteles e individuales, hasta camperas. Hace muy poquito abrieron su showroom en Palermo Soho, que parece ser una verdadera experiencia para los sentidos. Animarse, confiar y estar muy atentas a las oportunidades fue la clave.
LA CONFIANZA DE LA HERMANDAD – @SIESTAPIJAMAS
María y Francisca Cornejo son amigas además de hermanas. Vienen de una familia salteña donde la siesta es sagrada y el piyama, compañero esencial de los momentos de ocio y relax.Hace tres años, cuando nació su segunda hija, Francisca supo que no iba a dar a basto con su trabajo de diseñadora, pero necesitaba ocupar su tiempo para no quedarse quieta. María, por otro lado, venía de trabajar como productora y quería bajar el ritmo. La vida las encontró a las dos buscando horarios más normales y un proyecto que las apasionara. Se embarcaron en la confección de piyamas clásicos con botones y de pata larga. Arrancaron buscando géneros y talleres y se toparon, como en todo nuevo desafío, con una primera traba: muchos talleres las dejaban colgadas, les prometían y luego no cumplían. Pero no se dieron por vencidas. Los géneros y sus megaproducciones, que parecen de revista, son su sello diferencial: elegancia y glamour para un look de entrecasa. Tienen un showroom en Callao y Santa Fe.
DISEÑO QUE COBRA VIDA – @TRAZOYCOMPANIA
De Nueva York a Oxford, una relación por las redes que se convirtió en un proyecto consolidado en Buenos Aires. Agus tenía un blog de diseño, caligrafía y lettering, y Tati comentaba sus fotos.Estando a más de cinco mil kilómetros de distancia, entablaron una amistad virtual que, luego de conocerse cara a cara, fue el inicio de Trazo y Compañía, un emprendimiento de papelería y textiles hecho con mucha dedicación.Según cuentan, Tati llegó para ordenarle un poco la vida a Agus, y no sólo logró eso, sino que la ayudó a poner en marcha una serie de workshops de diseño y la convenció de abrir un showroom con otras marcas, entre ellas Siesta Pijamas. Este ecosistema de creatividad y generosidad entre todas las ayuda muchísimo. Con terminaciones artesanales y papeles importados, Trazo y Compañía –“un acto de fe”, como dicen ellas con simpatía- se posiciona como un emprendimiento de regalos, de productos de papel muy cuidados y delicados, con estampados, troqueles y sobre propios.
ESPACIO PARA CREAR – @ESPACIOCREATIVONORDELTA
Durante catorce años, Nanina trabajó como vestuarista de eventos corporativos y publicidad, un mundo frenético que tuvo que dejar cuando se quedó embarazada. Siguió haciendo colecciones de verano y de invierno en tejidos y carteras de cuero. Ahora que sus hijos están más grandes, decidió crear un espacio destinado a workshops que tengan que ver con la mujer.Hace pocos meses abrió Espacio Creativo Nordelta, donde se dictan talleres de cocina saludable, fotografía y coaching para mujeres emprendedoras. Este espacio tan lindo y tan bien cuidado tiene un detalle sentimental: todos los muebles antiguos y restaurados por Nanina fueron de su mamá, que falleció hace un año y medio, y que siempre la alentó para que sacara a la luz su gran creatividad.
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