Texto: Lucía Oliverio – @luchi.oliverio – www.luciaoliverio.com
Inspirarnos, aprender algo nuevo, entender cómo lidiar con nuestras emociones o saber que a otros les está pasando lo mismo. Es muchísimo el material online que se generó en estos meses y que nos puede apuntalar de mil maneras. Queremos recorrer hoy qué cosas nos parecieron valiosas -detectadas por nosotros y por otras personas- para despertar también tus sentidos. Y también, de la mano de dos expertos, entender qué buscamos o qué nos nutre más en una coyuntura tan cambiante.
Las redes se volvieron, más que nunca, un espacio para compartir, para expresar cariño y para encontrarnos. Y además, para aprender cosas nuevas que hace unos meses no nos hubiéramos imaginado necesitar. Desde cursos o talleres, hasta ideas inspiradoras de las que nunca habíamos oído hablar, pasando por habilidades clave para reinventar nuestro negocio.
Seguro que en esta etapa de aislamiento te encontraste con más necesidad de organizarte y aprovechar el tiempo. O te hiciste preguntas distintas porque las prioridades y la manera de vincularnos cambiaron. Quizás hasta hayas tenido ganas de aprender algo nuevo, o de empujar tus propios límites para perfeccionarte o emprender en algo relacionado con trabajo. Y en el medio, el gran espacio donde encontramos de todo -que se agrandó con la distancia pero al mismo tiempo nos acerca- es el mundo online.
Reunir, visibilizar y compartir contenido de valor
Y si de lo online se trata, gran parte de cómo entendíamos este mundo cambió con este aislamiento. La tecnología se volvió el vehículo principal para comunicarnos y transmitir emociones; para “ir” al colegio o trabajar; y para compartir ideas y contenido interesante que nos hace llevar mejor este momento.
Matías Muñoz es psicólogo, docente, y especialista en familia y vínculos. En su cuenta de Instagram (@matiasmunozpsicologo) comparte material valioso de manera habitual. Y desde que empezó la cuarentena, se centró más en los recursos que nos ayudan a apuntalar esta experiencia, en cómo atravesar la distancia con nuestros seres queridos y en cómo apoyarnos en una conexión saludable. Hasta que tuvo la iniciativa de reunir todo eso que circulaba desde el inicio del aislamiento y sentía que, pasados los meses, podía terminar licuándose en la instantaneidad de las redes.
Como una biblioteca digital que surgiera de un entramado de gente impactada por el poder de la conexión. Porque en estos meses, el lenguaje fue lo que más ayudó a darle forma a esto de estar alejados. “Me llamó la atención el juego entre el silencio y las palabras: ese silencio en el afuera y también íntimo, y esa explosión de las palabras en las redes”.
«Palabras vivas para escuchar atentos»
Con la iniciativa “Palabras vivas para escuchar atentos”, invitó a sus seguidores de Instagram a enumerar material de interés que hubieran disfrutado en este tiempo. Y surgió de todo: vivos con entrevistas memorables, cuentas de personas inspiradoras, talleres de yoga o meditación, consejos prácticos para aplicar con los más chicos, libros online, charlas, podcasts, y mucho más. De esas ganas de que nada se pierda, brotaron muchísimas recomendaciones y comentarios que generaron una interacción virtuosa de lo que a cada uno le hizo bien en este tiempo.
“El lenguaje es una de las herramientas de la resiliencia: nos ayuda a transformar el dolor en crecimiento”, dice Matías. Y definitivamente colabora con darle sentido a todo lo que nos pasa y a compartirlo. Y de acá surge otra duda: ¿reforzamos la sensación de comunidad en una situación como esta? Según Matías, la sensación en común es la necesidad de adaptación y nos agrupa la inestabilidad emocional, por eso son tan importantes las redes de apego para que nos sintamos contenidos y cuidados.
Hoy la pandemia nos pide encerrarnos para cuidar el cuerpo, pero ¿el resto? «Es muy compleja la ecuación entre salud física y salud mental en contextos como este. La salud mental es conexión, es expresión, es apego, es buenos vínculos.» Es decir, que funcionamos en contacto con los demás, no aislados. Somos seres sociales. Necesitamos el contacto, la expresión corporal, el abrazo, la caricia, mirarnos cara a cara.
¿Y cuando salgamos? Es cierto que las pantallas conectan y nos han hecho sentir más cerca en este tiempo. Fueron una herramienta útil para atravesar el aislamiento, pero no reemplazan el contacto piel con piel, ni alcanzan como método sostenible en el tiempo. “Si bien hemos hecho un esfuerzo enorme para que la sociabilidad en estos meses pase a través de la tecnología, predominará la conexión con la mirada y con el cuerpo. Este será el desafío para que la ansiedad no nos gane y podamos hacerlo de a poco y cuidándonos”, concluye Matías.
Ayudar a crear lo valioso
Beta Suárez es licenciada en Comunicación Social y creadora estratégica de contenido digital. Además de speaker, y capacitadora experta, en su cuenta de Instagram (@mujer.madre.y.argentina) comparte historias de esas que a todos nos da placer leer, junto con consejos para enriquecer la comunicación de marcas y personas. En esta cuarentena, se vio desafiada para colaborar con la creación de contenido ajeno.
Junto con su socia, ya tenía planificada la serie de master classes en una plataforma originalmente mucho más grande. Pero como nos pasó a varios, cuando el aislamiento se impuso, tuvo que reaccionar y accionar con rapidez porque empezó a recibir una demanda enorme de empresas, de pymes y también de emprendedores.
Enseñar a encontrar el propio idioma
Enseguida activaron su programa de capacitaciones online para hablar de comunicación, hackear las malas prácticas a las que nos acostumbramos, y brindar herramientas de valor que sirvieran a cada uno en su propio proyecto. El método base fue salir de los enlatados y de las fórmulas mágicas que todos podemos googlear. “Yo puedo leer la teoría de la relatividad pero eso no me convierte en físico. Nos atrevemos a desafiar a los emprendedores a que piensen su comunicación de otros modos. Y nos encanta a todos”, nos cuenta Beta.
El secreto es que priorizaron la importancia de que fueran en vivo para darle espacio a esa cosa tan dinámica de la coyuntura actual, que hace que cambien las respuestas a medida que surgen nuevas preguntas. Y además, para que pudiera existir un espacio nutritivo de intercambio uno a uno. Eso es, sin duda, la estrella de cada encuentro.
¿Y por qué capacitar en comunicación? “La capacitación profesional levanta la vara y marca una diferencia enorme. A igualdad de condiciones, vende el que comunica mejor”, sigue Beta. Esta situación las empujó a redondear mejor su propósito: que las personas que tienen que ocuparse de la comunicación de su marca no sólo aprendan a hacerlo mejor, sino que lo valoren y lo disfruten.
Un salvavidas para los emprendedores
La respuesta de emprendedores fue muy positiva y, en gran parte, todo indica que es porque se les habla de frente, sin subestimarlos ni romantizarlos. Porque emprender no es sencillo y menos en esta situación, que junta en la misma bolsa a quien hace algo por pasión con el que tiene que vivir de su oficio, o con el que necesita desarrollar su marca personal. En la enorme mayoría de los casos, una buena comunicación es elemental para darse a conocer y concretar una venta. Y puntualmente en este contexto, la comunicación digital puede incluso ser la única herramienta para el que quiera vender.
“Hay más hambre de herramientas que los ayuden a surfear la ola, pero no alcanza con hacer cursos: hay que traducirlos para cada realidad y ponerlos en acción. Son emprendedores angustiados por la incertidumbre con la necesidad de llevar certezas a su comunidad para que no los abandonen”. Por eso, este tipo de talleres colabora tanto con las iniciativas que surgieron en pandemia o con quienes tuvieron que reinventarse.
En el fondo, aprender, conocer cosas nuevas y compartir nos hace bien a todos porque ¿quién no tuvo que mirarse distinto y pensarse de nuevo?