Comienzan las clases y nuestra bandera también flamea en las escuelas más alejadas de nuestro país. Fundación Dale Tu Mano continúa su compromiso de apadrinar y acompañar a cien alumnos, en su mayoría de comunidades indígenas de Salta, para que terminen el secundario.
Texto y Fotos: María Mullen
Apolonia Toledo sonríe al ver a lo lejos levantarse una nube de tierra por el camino. Una vez más, llega la camioneta con el grupo de jóvenes de Dale Tu Mano, dispuestos a una nueva misión educativa. Ya son años desde aquel día en que la fundación le ofreció su ayuda para terminar el secundario y Apolonia está inmensamente agradecida.
Perteneciente a una comunidad indígena del norte salteño, en aquel entonces ni siquiera entendía el español. Ahora, con 20 años y un bebe en brazos, es ella quien ayuda al grupo traduciendo para que otros comprendan. Nació en el paraje La Merced, cerca del pueblo Santa Victoria, a 150 km de Tartagal. Tiene siete hermanos y una madre sabia que, desde una silla de ruedas, siempre la motivó: «Vos tenés que estudiar, vos tenés que estudiar». Así lo hizo. Y egresó.
LA EDUCACIÓN COMO PRIORIDAD
“Nuestra obra comenzó hace diez años –cuenta Alejandro Matheu, miembro de la fundación-, luego de que un amigo viajara con un equipo de médicos y residentes del Hospital Británico a ofrecer sus servicios al hospital local y parajes de Santa Victoria (una iniciativa que todavía se conserva). Impactado por la situación de la población, nuestro amigo compartió su inquietud por hacer algo y coincidimos en que la educación debía ser la prioridad”.
Dale Tu Mano comenzó apadrinando a alumnos para que terminaran el secundario, ya que en los parajes cercanos al pueblo solamente se ofrecía educación primaria. “Por la distancia y la dificultad para transitar por los caminos, la falta de útiles escolares y de ropa,
y el desconocimiento del español, era muy difícil para los jóvenes continuar sus estudios”, cuenta Alejandro. Actualmente, son 60 los jóvenes que reciben una beca para hacerlo. ésta incluye una caja con útiles escolares y elementos para la higiene personal, tutoría permanente, maestros locales que brindan apoyo escolar luego de la escuela, y la posibilidad de hospedarse en un albergue en Santa Victoria, que la fundación está refaccionando para que pueda recibir a 140 personas.
Este año, además de apoyar a jóvenes de Salta, la fundación sumó becas para cuarenta jóvenes de barrios carenciados en los suburbios de la capital tucumana.
VUELVAN: NO NOS OLVIDEN
Para quienes quieren ayudar o conocer la obra en carne propia, cada año Dale Tu Mano ofrece la posibilidad de participar en una Misión Educativa de una semana, generalmente en julio. “Consiste en pasar unos días allí colaborando en todo lo relativo a la educación; brindar charlas a los chicos y chicas de séptimo de las distintas escuelas, conversar con ellos, visitar a sus familias, mejorar las instalaciones de la escuela o el albergue… hay mucho por hacer -cuenta Alejando-. Lo que me resuena al despedirme en cada misión es el pedido que nos hacen las familias: ‘Por favor vuelvan, no nos olviden’”.
Un pedido que, sin duda, quieren que sea escuchado por muchas personas más, para que esa bandera argentina flamee bien alto y cientos de alumnos la contemplen con orgullo y esperanza.
Más información:
Riobamba 1050, CABA, Argentina
FB: Dale Tu Mano