Carla Falco, arquitecta del Estudio Juan Falco & Asociados, nos invitó a conocer su nuevo hogar en Altamira (@eidico). Diseñada para su familia, esta casa blanca impoluta captó nuestra atención desde el primer momento. ¡Pasen y vean!

Colores claros y neutros, líneas definidas y un terreno atípico son algunas de las particularidades que caracterizan a este proyecto. La bellísima arboleda preexistente en el lote, ayudó a determinar la organización de los espacios que fue una de las cosas que más nos sorprendió. 

Pensada para Carla, su marido y sus tres hijos, la casa se estructuró en dos niveles. La planta baja cuenta no solo con el sector social como es de costumbre, sino que también con el área de los chicos. Mientras que la planta alta se reservó para la suite principal. ¡Originalidad por sobre todas las cosas! 

¡Bien recibidas!

La entrada es distinta a todas. El color blanco predomina y atrae. A su vez, se combinó impecablemente con los canteros y los árboles que acompañan el camino hasta la puerta principal. 

¿Pueden convivir la modernidad y la calidez? 

En el living comedor, con una paleta de colores en blanco, crudo y madera, Carla logró un resultado súper moderno y estético. Además, las paredes vidriadas permiten que entre luz en abundancia y que el verde del exterior ingrese al interior de la casa. ¡Bello, cálido y armonioso!

Un espacio familiar

En este hogar, la cocina no pasa desapercibida. Allí se mantuvieron la mismas tonalidades del living y también se incorporó un gran ventanal que permite iluminar, ventilar y disfrutar de la compañía de las plantas. Por su parte, la isla es protagonista: tiene espacio suficiente para cocinar, desayunar y disfrutar de la cotidianeidad familiar.

Menos es más

En la galería predomina la simpleza. El blanco y el negro fueron los colores elegidos para este espacio. ¡Básicos que siempre funcionan! Lo que diferencia a esta galería de cualquier otra es el árbol preexistente que se encuentra en el medio ¡y hasta atraviesa el techo!

Diseños a medida

Como mencionamos previamente, el área de los chicos también se encuentra en planta baja. Carla diseñó este sector pensando 100% en sus tres hijos. Cuenta con un espacio de tele, un cuarto en suite y dos cuartos más que comparten baño. Además el pasillo se armó como un gran placard.

Privacidad de lujo

La planta alta se planeó exclusivamente para el cuarto principal: un amplio dormitorio, con un cómodo vestidor y un baño luminoso. Sin dudas, ¡un lujo!