Por María Ducós

Una traductora de inglés, la otra emprendedora en el rubro indumentaria. Amigas por sobre todas las cosas y ahora socias en @dosorillas.deco, la pandemia fue el impulso que las condujo a hacer eso que siempre quisieron: vestir ambientes con estilo y originalidad.

No siempre somos conscientes de que nuestra casa habla de nosotros. De nuestros gustos, desde ya, pero también de nuestras aspiraciones, ilusiones y experiencias vividas. Vestir los ambientes donde pasamos la mayor parte del tiempo es sumar encanto a cada momento y por eso no resultan igual los tonos que elijamos, los muebles que acompañan o las cortinas, los objetos, o las texturas. Mechi Almirón y Andrea Restano, dos amigas y amantes de la decoración, lo sabían perfectamente y por eso sacaron adelante @dosorillas.deco, un proyecto que honra la decoración y los mundos que con ella se pueden construir.

Y como tantos otros innumerables proyectos, este nació con la pandemia como aliado para hacer realidad eso en lo que venían pensando hacía tanto. Dos amigas que siempre amaron la decoración, sin importar la ocupación que tuvieran, lograron armar un lindo equipo con carpinteros, herreros, artistas, artesanos textiles. 

Un trabajo de búsqueda

“La mayoría de las veces los clientes saben lo que no quieren, pero no pueden discernir lo que realmente quieren”, relatan. Y sí, lo suyo es una tarea de oídos atentos y delicadeza en los detalles para, poco a poco y sin forzar, encontrar el estilo propio y acertado en cada cliente.

La clave de su emprendimiento está en trabajar con un amplio abanico de maderas, para así adaptarse a distintos ambientes y presupuestos. Muebles estándar y otros 100% pensados a medida conviven en la oferta de las chicas, que procuran siempre mantener una supervisión cercana con sus talleres para lograr un producto final de gran calidad.

Expandir horizontes

Además del rubro decoración, el otro fuerte de Dos Orillas son los cuadros tanto pintados como bordados 100% a mano. Artistas uruguayos y argentinos forman parte de este staff creativo que utiliza diferentes texturas y materiales nobles. 

Que los clientes abran las puertas de sus hogares es el mayor logro que se adjudican desde que empezaron esta aventura. El mejor feedback sin duda es que cada cliente pueda decir “llegué a casa”, con todo lo que eso implica, con todo lo que eso significa. 

Sus días nunca se parecen entre sí, es todo muy dinámico entre talleres, clientes, pensar y crear. Y si hay alguien a quien les deben su crecimiento es a su familia, amigos y todos aquellos con los que se fueron cruzando por este increíble camino que eligieron. “Vamos disfrutando el día a día, tenemos sueños, nos gustan los desafíos. Todo está dado para avanzar a paso firme”, terminan las chicas.

IG: @dosorillas.deco