Una propuesta que transforma el paradigma de la actividad comercial. Las Empresas B surgen para promover un nuevo sector en la economía y buscar generar un triple impacto económico, social y ambiental,  y así llegar a producir un cambio en el planeta. Un norte, un ideal hacia el que juntos trabajamos.

Texto: Catalina Rothberg

La historia avanza y se van generando cambios concretos tanto en el mundo como en las sociedades. Cambios que exigen la adaptación de las personas, de las empresas y de las comunidades. Éstas deben trabajar juntas por un fin último: mejorar los ecosistemas. Cada vez son más los movimientos y organizaciones que buscan fomentar este cambio radical en las economías, que se articulan de manera tal que el resultado sea no sólo ayudar, sino hacer un clic en la manera de vincularnos con el medio ambiente y con los demás.

El concepto de Empresas B nació en Estados Unidos en 2007 y hoy tiene actividad en más de  cincuenta países. Sistema B es la organización que trabaja para promover este tipo de empresas. “El sueño es buscar una economía en la que el éxito sea el bienestar de las personas, las sociedades y el planeta”, explica Florencia Güenzani, coordinadora de Comunidades B en la Argentina. “Nuestro foco de trabajo es fomentar que existan empresas con propósito social y ambiental en general, pero particularmente Empresas B. Buscamos generar un ecosistema favorable para este tipo de empresas”.

El foco está siempre en la economía, tomando a ésta como una ciencia que viene de lo social y que hoy es percibida como una simple ecuación matemática. “Las Empresas B buscan un cambio sistémico en la economía de manera transversal. Apuntan a que haya varios actores trabajando de manera interdependiente y articulada para que ese cambio en la economía logre que el lucro no sea el centro”.

Desde el principio existen empresas que buscan una ganancia económica y que quieren, a la vez, hacer una actividad social. Entonces recurren a las ONG. Hoy, el desafío es generar nuevos modelos de empresas donde ambos elementos estén integrados. “Esta nueva economía propone que se vuelva al centro de esta ciencia social que debería estar al servicio del hombre. El modelo de desarrollo actual no se puede sostener más”, destaca Soledad Noel, coordinadora de la Comunidad Jurídica y de la Comunidad de Contadores de Sistema B en la Argentina. Lo que diferencia a las Empresas B es la búsqueda del triple impacto: económico, social y ambiental en simultáneo.

Este impacto requiere ser estandarizado con parámetros universales. Para eso, existe la Evaluacion de Impacto B, herramienta online y gratuita para ser utilizada por cualquier negocio. Realiza una foto de la situación como empresa, evaluando todos los aspectos de manera transversal. Luego genera un puntaje y propuestas para mejorar el impacto en las diferentes áreas.  La propuesta es particular para cada negocio ya que el propósito principal de cada uno va a estar determinado por la actividad y el impacto que busca tener. En la Argentina hay ejemplos concretos de este proceso en el que, buscando impactar en un ámbito específico, terminan integrando lo social y lo ambiental. Un caso es Greca, marca que utiliza botones de descarte para hacer objetos de arte. Hoy realizan el producto mediante cooperativas de trabajo. Otro ejemplo es Xinca, que fabrica zapatillas a partir de desechos de cauchos, y vestimenta, con desechos de jean. También trabaja con cooperativas.

Hoy son alrededor de cuarenta y cinco Empresas B en la Argentina que, año a año, van redoblando su compromiso. “Uno tiene una Empresa B por convicción, porque cree en una forma de hacer las cosas”, agrega Florencia.

Sistema B  acompaña  el proceso ofreciendo talleres para mejorar el desempeño y poder llegar a certificar la marca como Empresa B. Entre los talleres está Quiero ser B, capacitación dirigida a profesionales, empresas y emprendedores que quieran conocer en profundidad un nuevo tipo empresarial con triple impacto. Entre sus contenidos se encuentran “Conocimiento y aplicación real de la Evaluación B”, “Casos de Empresas B” e

“Introducción al anteproyecto de ley de Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo”. Otro de los talleres de Sistema B es Mejora Tu Desempeño, que incluye capacitación y acompañamiento para aquellas empresas que, habiendo completado la Evaluación de Impacto B, no han alcanzado el puntaje mínimo para certificarse como tales. Se analizan propuestas, prácticas y ámbitos de mejora para que la empresa pueda mejorar su desempeño y alcanzar la certificación B.

El compromiso social y ambiental que se va trabajando con Sistema B se vuelca luego en los estatutos de la empresa de manera tal que sea un pacto que involucre a todos los miembros de la empresa, invitándolos a exigirse cada vez más buscando resolver aquellos problemas ambientales y sociales al alcance de cada uno, no para ser las mejores empresas del mundo, sino las mejores empresas para el mundo.

Desde eidico, dando pasos firmes
Las Empresas B son mucho más que números. Existe una autoevaluación que se puede realizar, sin costo, para que uno vaya recorriendo el camino de transformación. Desde Eidico ya estamos dando pasos firmes para dejar huella, apuntando a la transformación económica, ambiental y social. Creemos en la importancia de desarrollar barrios con ecosistemas sostenibles, como es el caso de San Sebastián. Y en Derqui, los frutos de nuestro trabajo en conjunto con la comunidad se siguen multiplicando cada vez más (ver pág. 60). Trabajamos juntos para que estos resultados sean cada vez mejores y los pasos que damos sigan creciendo.

 

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Sistema B

 

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