Texto: Pablo Dibar – IG: @arqpablodibar FB: Pablo Dibar arquitecto – Fotos: Rosario Lanusse – @revistatigris
A la hora de diseñar una casa, pensar en la iluminación exterior implica pensar qué lugar “necesito” iluminar y también cómo quiero que se luzca: qué es lo que quiero mostrar y también qué parte de la casa quiero resaltar. Es pensar cómo vivirla y «vestirla» de noche.
Definir dónde es que “necesito” luz es fácil: por ejemplo frente a una puerta de entrada -para poder embocar las llaves en el cerrojo- o acompañando un acceso peatonal; definir cómo es que “quiero” iluminarla, decorativamente, puede llevar mas tiempo: por ejemplo, en un patio o jardín para que desde adentro se puedan ver las plantas, o sobre una pared de piedra como para resaltar su materialidad. Estos recursos escenográficos le imprimen carácter a la casa e incluso hacen resaltar aspectos que con la luz del día quizás pasan más desapercibidos. Otra cuestión a considerar es si se va a iluminar desde arriba para abajo, o viceversa, y si se coloca el artefacto a baja altura o elevado. Esto dependerá del tipo de artefacto a colocar.
Existen variedad de artefactos para cualquiera de las funciones que busquemos: es por eso que lo importante es definir las finalidades para estar orientados a la hora de elegir.
Por ejemplo, los artefactos utilizados para “vestir” la casa pueden ser de pared y compactos, que produzcan una haz de luz dirigido; por otro lado, los artefactos para iluminar un ambiente donde se realizará alguna actividad pueden ser de techo, permeables, que producen luz con espectro más amplio.
Otros aspectos a considerar son:
- La cantidad de artefactos a colocar (lo cual depende del tamaño del sector a iluminar)
- El tipo de artefacto (si es permeable o no)
- El tipo, cantidad de lámparas y los watts que se usarán. Hoy por hoy las lámparas LED ofrecen una muy buena solución ya que se presentan en todas las variedades para los distintos tipos de artefactos, son de fácil instalación y, principalmente, son ecológicas por su extensa vida útil y de muy bajo consumo eléctrico. Otra característica interesante es que muestra los colores de manera realista, tal cual son bajo la luz del sol.
Estas son mis recomendaciones para los distintos espacios exteriores:
Galerías: por lo general, en las galerías hay alguna mesa o juego de estar donde se generan actividades de ocio y recreación, razón por la cual usaría luz cálida que está asociada al relax y a la calma. Además, colocaría artefactos permeables de techos que permitan la mayor iluminación posible, sin generar sombras del propio aparato.
Lugares de estar descubiertos: las guirnaldas de luz son un recurso que, además de ser muy decorativo, pintoresco y alegre, puede llegar a ser muy luminoso por la cantidad de focos utilizados. Es de fácil instalación y tiene la ventaja de que se pueden cambiar los colores de los focos según la ocasión.
Jardines: nada mejor que un buen reflector elevado para ofrecer la oportunidad de usar el jardín de noche. Para una iluminación decorativa de canteros, se pueden usar “pinches” que se clavan en la tierra o luces dirigidas.
Lugares de paso: la idea es tratar de respetar el mismo tipo de iluminación (cálida o fría) para todo el exterior, o al menos para los distintos sectores. Por eso, si la galería se ilumina con luz cálida, lo mismo se hará en los pasos y accesos peatonales. Como generalmente estas zonas no son cubiertas, la iluminación sería de pared o piso. En el caso de ser de pared, existe siempre la posibilidad de ser creativos e innovar con materiales de obra (tejas coloniales, macetas) o ahuecando la pared. Son recursos interesantes cuando el proyecto lo permite.
Porche: en este lugar es importante tener buena iluminación ya que es el lugar donde se buscan las llaves y se busca embocar la cerradura. Además, más de una vez, se cae algo de la mano, por lo tanto ¡a iluminar bien con luminaria de techo si el caso lo permite!
Paredes: no es necesario que todas las paredes de la casa tengan iluminación, salvo que iluminen un paso o un sector exterior o se busque garantizar seguridad. Cuando no es así, la iluminación puede ser puramente decorativa, y aquí se puede jugar con artefactos que emiten haz de luz. También se puede usar iluminación sectorizada para resaltar solamente alguna pared de piedra, o el plano de alguna pared protagónica. Esto aporta majestuosidad y teatralidad a la casa.
Estacionamiento: al igual que el porche, el estacionamiento es una zona de transición donde es bueno que esté iluminado. Si es una zona amplia y/o descubierta, una buena opción son los reflectores con detector de presencia.
Algunos tips a tener en cuenta al pensar el proyecto:
– Es práctico que el circuito exterior de iluminación sea independiente de los circuitos interiores, ya que si hay un problema con algún artefacto exterior, no se compromete el funcionamiento de la iluminación interior.
– Usar fotocélula es un recurso que ayuda a la economía de la casa y a la ecología (siempre y cuando se utilice a conciencia). Es de fácil instalación si es que no fue previsto durante el proyecto. ¡De esta manera uno nunca se va a olvidar de prender y apagar la luz! Hay LEDS para exterior que ya vienen con un sensor de claridad que se apagan cuando sale el sol y se vuelven a encender al anochecer.
– Si la iluminación del jardín va a hacerse en una etapa posterior a la obra, es conveniente dejar llave termo-magnética (la “térmica”), cañado y cable sintenax conectado hasta un sector puntual del exterior, para que desde allí se haga la distribución el día de mañana.
Hoy más que nunca, lo más importante a tener en cuenta a la hora de diseñar la iluminación es la sustentabilidad para el cuidado del medio ambiente. Iluminar con discreción es imperativo. Y si la casa ya está construida, no hay problema, ya que se puede resolver empezando por reemplazar las clásicas bombitas por aquellas bajo consumo o LED (aunque son más caras, duran mayor tiempo y gastan menos que las incandescentes comunes, llegando a ahorrar hasta un 80% de energía). Además se pueden anular las que son obsoletas o evitando poner todo los focos requeridos en el artefacto, utilizando fotocélulas en las exteriores y, por sobre todo, educando en la importancia de apagar las luces cuando no se usan.