No cabe dudas de que cuando algo se encuentra bien relacionado a la naturaleza, nos inspira calidez y atrae… Algunos dicen que se trata de una memoria genética que nos pide el contacto con estos objetos, construcciones o entornos. Por eso, cuando la escuchamos y nos acercamos a lo más elemental, nos sentimos a gusto, como si sintonizáramos con la frecuencia adecuada.
Mucho más gratificante aún es confirmar que se pueden resolver unas cuantas necesidades cotidianas con esto que es simple, ¡quizás con los recursos tal cual te los dispone la Tierra! Cocinar con un horno de barro puede ser uno de los casos: si bien es una solución bien antigua, hay mucho más sentido en su uso de lo que podemos concebir en una primera instancia.
La tierra y el fuego son el uno para el otro
El barro mejora la eficiencia del calor porque lo absorbe y después lo libera una vez que ese fuego se extingue, haciéndolo durar hasta dos horas más. Por eso, los arcaicos hornos de barro que usaban nuestros ancestros y aún podemos ver en viejas estancias y campos, son ideales para disfrutar de las comidas más ricas. Las carnes, verduras o el pan salen siempre con un sabor tan especial. Sus texturas entre suaves y crocantes, son imposibles de emular con otras alternativas de cocción.
Lo cierto es que el hecho de que el barro conserve el calor como ningún otro componente sabe hacerlo, hace que los hornos de barro resulten muy valiosos a nivel ambiental. En estos hornos se retiene hasta ocho horas el calor de un único fuego encendido, “incluso se puede usar tan sólo leña fina que es más fácil de adquirir, como es la del sauce o el álamo”, explica Martín Ambrosoni, quien ama los resultados que siempre le dio esta forma de cocinar. Nunca le falla y es por eso que promovió el catering El Hornero, que ofrece llevarte un horno ambulante a domicilio, ideal para un evento entre familiares o amigos. ¡Realmente es como ver llegar un gran nido de hornero a tu casa y eso a los invitados les encanta!
La cocina y la bioconstrucción
Optar por su uso es una medida ambiental positiva también en términos de producción porque, para elaborarlos, se puede prescindir por completo de materiales industriales. Esto significa que se ahorran procesos muy costosos para la Tierra, como es la misma fabricación o la distribución de los productos.
Este es un ítem muy valorado por los amantes de la construcción con materiales naturales, siendo el adobe uno de los elementos más comunes en este rubro. Se trata de una mezcla de paja, arcilla y arena, que también se aplica al fabricar los ladrillos de un horno de barro, incluso para revestirlo.
“Es un material que actúa como una batería para la energía térmica, como también puede serlo el agua”, explica Sigi Koko, una apasionada paisajista y arquitecta de casas naturales. Convencida de que en los recursos más básicos se encuentran las soluciones a todas nuestras inquietudes, estudia lo que pueda proveer cada entorno antes de emprender un proyecto. “Esto es así por que la tierra absorbe el calor cuando su temperatura es más fría que la fuente de energía que lo emana”, continúa. “Más adelante libera ese calor, cuando su masa térmica esta más caliente que el ambiente alrededor”.
Lograr edificar casas y hornos con las posibilidades que están a su alcance es una de las cosas que más la motivan. Moldear y esculpir las formas con sus propias manos, un placer que va más allá de todo. Hoy en día trabaja en círculos académicos de Estados Unidos difundiendo con admirable entusiasmo todo lo que se refiere a este tipo de técnicas, obteniendo mucha aceptación y cada vez más aliados.
Podemos decir que el horno de barro sabe ser reflejo de tradiciones antiguas, ¡motivo de reunión de tantas familias por siglos! Y aún parece que se rehúsa a pasar de moda. Quizás no sea fácil encontrar un sustituto que logre combinar lo bueno que es a nivel funcional y también tenga su inigualable carga emotiva.
Espero que disfruten este post, ¡nos vemos el próximo!
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Mechi,
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Considero que la creación de hornos artesanal, desde remotos tiempos le da mérito a sus diversos usos; ya está inventado, ahora importa emplearlo en desarrollar cuánta ESQUISITAS, no hay comparación ni quién le supere al barro de arcilla unido a la paja, para elaborar artes.