Texto: María Catarineu – Fotos: Rosario Lanusse
Con los pies en la pileta y el estudio en la cabeza – Las vacaciones se imponen como un bien necesario para decantar el año transcurrido y reciclar las energías. ¿Cómo conciliar de modo operativo y creativo los tiempos de estudio dentro de los tiempos de descanso?
Febo asoma ya sus rayos impulsando una brisa veraniega que despeina las cabezas. Coloridos trajes de baño zigzaguean en el reflejo del agua, mientras múltiples huellas de diferentes tamaños delatan el trazado de húmedos recorridos sobre la piedra calcárea. Emerge el grito “¡Marco!”; entre chapuzones, un coro responde “¡Polo!”. Y en medio de las olas y el viento asolan las materias pendientes, los cuadernillos y las lecturas necesarias para el ingreso al nuevo ciclo escolar.
Tiempo de vacaciones
Durante el tiempo de descanso advienen nuevos ritmos y discontinuidades: de las agendas abultadas a los momentos de ocio, de las alarmas vespertinas al abandono del reloj, del pool a los paseos, de los zapatos a las ojotas. Esta gran pausa otorga la posibilidad de recrear nuevos momentos familiares. Los momentos de juego, las miradas y la escucha enriquecen las instancias de encuentro.
Las vacaciones se imponen como bien necesario para decantar el año transcurrido, reciclar las energías y perfilar con nuevos aires los proyectos cercanos para el año entrante. Los expertos en creatividad aseguran que el ocio es fundamental para que algo bueno surja en los momentos en que nuestra mente se relaja y quita el foco de aquello que intentamos aprender. Mientras tanto, los aprendizajes realizados durante el año se van afianzando.
Materias pendientes
Los trabajos que quedaron en espera por concluir, los exámenes a rendir, los contenidos escolares para reforzar se asoman. La posibilidad de organizarse y la toma de conciencia de los hijos frente a lo pendiente tienen relación directa con el sostén de parte de los padres o de los adultos a cargo. A pesar del nivel de independencia que cada estudiante haya logrado o del grado de construcción de autonomía, ellos necesitan del acompañamiento y la orientación familiar para planificar, activar recursos, buscar ayuda y cambiar variables de acción.
Entre – tiempos
Debemos conciliar de modo operativo y creativo los tiempos de estudio dentro de los tiempos de descanso. Muchas veces no es tarea sencilla, ya que es una época donde el grupo de pares organiza programas y diversiones en las que todos quieren participar. Por ello, es de vital importancia generar acuerdos previos entre padres e hijos en relación a la planificación, los horarios y el espacio para el estudio. Delimitar un lugar fresco y silencioso de la casa que permita tener presente todo el material mejora la calidad y la dinámica de la tarea a realizar. Las bibliotecas barriales también son ambientes favorables para lograr buena organización y concentración en el estudio.
Si los chicos tuvieran que completar algún cuadernillo en el verano, sería bueno asignar un tiempo de descanso real -que puede ser hasta veinte días antes del comienzo de clases -y luego dividir la cantidad de hojas a realizar para hacer determinada cantidad por día en un horario convenido por ambas partes. En el caso de los más grandes, si tuvieran que rendir materias, se podría determinar un horario diario destinado a estudiar, preferentemente con profesores particulares o algún tipo de apoyo, ya que por más inteligentes que sean, es muy dificultoso que puedan preparar solos una materia que no lograron aprobar durante el año.
Acomodar horarios y rutinas familiares un tiempo antes del comienzo de clases nos permite anticiparnos paulatinamente al próximo ritmo lectivo. Es primordial que los chicos puedan colaborar junto con sus padres y hermanos en el armado de lo propio: útiles, cuadernos, mochila y uniforme escolar.
El tiempo es un gran tesoro que tenemos en nuestras manos. Podemos sembrar día a día cada pequeño grano que cae, para que crezca y dé sus frutos.
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Más información:
Lic. María Catarineu RAYUELA – Un taller vivencial de juego destinado a madres, para descubrir el valor del mismo como espacio de encuentro con sus hijos. (15) 5178-8250 rayuelatiempodejuego@gmail.com