La milanesa de siempre, con una vueltita distinta. Y encima… ¡sin TACC!

¿Hay algo más clásico que una buena milanesa? Pero esta vez, con una vuelta diferente: gratinada con una suave salsa blanca de espinaca y acompañada con papines crocantes al horno y hierbas frescas.

Todo esto, con milanesas de nalga 100% libre de gluten. Una opción rica, reconfortante y apta para celíacos, perfecta para disfrutar en familia o sorprender a tus invitados.

Ingredientes

Para la salsa blanca de espinaca:

  • 250 ml de leche entera
  • 35 g de manteca
  • 35 g de maicena
  • 1 atado de espinaca fresca
  • Sal, pimienta y nuez moscada a gusto
  • 60 g de queso rallado para gratinar

Para la milanesa:

  • 2 milanesas de nalga sin TACC de Unión Ganadera
  • 100 ml de aceite de girasol

Para la guarnición de papines:

  • 500 g de papines (blanqueados)
  • Manteca y aceite de oliva, c/n
  • Sal, romero y tomillo fresco, c/n

Paso a paso

1. Cocción de la milanesa

Cociná las milanesas de nalga como más te gusten: fritas en sartén con abundante aceite caliente o al horno hasta que estén doradas y crocantes. Reservalas.

2. Salsa blanca con espinaca

En una cacerolita, derretí la manteca y sumá la maicena, revolviendo hasta que tome consistencia espesa.Incorporá la leche tibia de a poco sin dejar de mezclar, hasta lograr una textura cremosa. Condimentá con sal, pimienta negra y nuez moscada a gusto. Sumá la espinaca fresca lavada y picada, y cociná apenas hasta que se integre.

3. Armado y gratinado

Colocá las milanesas ya cocidas en una fuente. Cubrilas con la salsa blanca de espinaca y terminá con bastante queso rallado. Llevá a horno fuerte para gratinar. Si tenés soplete, podés usarlo para un dorado extra.

4. Papines crocantes al horno

Con los papines ya blanqueados, aplastalos apenas sobre una placa. Sumá manteca o aceite de oliva, sal y hierbas frescas como romero y tomillo. Llevá al horno o sartén hasta que estén doraditos por fuera.

Tip:

¿Querés una versión bien jugosa? Duplicá la salsa blanca y no escatimes en el queso.

Una receta sin gluten pero sin resignar lo más importante: el sabor de una buena milanesa, con ese twist que la hace especial.

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