A punto de recibirse como arquitectos en la UBA, Matias Sicardi y Santiago Fisher se asociaron para fundar Offis (@offis.ar). Fabrican espacios independientes de rápido montaje, como solución para quienes carecen de un lugar físico apto para trabajar, estudiar o realizar cualquier actividad en este nuevo contexto puertas adentro.
Por Clara Almasqué
Amigos y futuros colegas, Matias y Santiago tuvieron la oportunidad de realizar en 2019, durante el cuarto año de su carrera, un intercambio en la Universidad La Sapienza, en Roma. En julio de ese año, Matias volvió a la Argentina, mientras que Santiago prolongó su estadía del otro lado del charco para probar suerte. “Hice un poco de todo: au-pair, chef y mozo. Pero un día me llegó un mensaje de mi viejo con una foto” Nos cuenta. Se trataba de una publicación de Twitter sobre un proyecto que construía módulos prefabricados en algún lugar de Europa.
A mal tiempo, buenas ideas
Para marzo de 2020, Santiago ya estaba de vuelta en Buenos Aires, y mientras transcurría la interminable cuarentena obligatoria, aquella foto en su Whatsapp se convertía en fuente de inspiración para el (casi) arquitecto. Ahora no solo contaba con el tiempo para moldear un nuevo plan de negocios, sino que notaba con la idea de su papá que calzaba perfectamente con el contexto: faltaba espacio en los hogares, las familias empezaban a ser disfuncionales y trabajar desde casa se tornaba cada vez más abrumador. Montar espacios independientes como solución a este problema se volvió una opción muy atractiva.
Juntos una vez más
Rápidamente, Santi asumió que no lo lograría solo; fue entonces que se sumó oportunamente Matías, su fiel compañero de aventuras. El dúo investigó y evaluó la posibilidad de desarrollar módulos individuales prefabricados bajo el sistema de construcción en seco, que se adaptaran a cualquier espacio, y que se pudieran instalar de forma simple, rápida y limpia. “Hicimos cursos, consultamos a ex jefes, leímos libros de emprendedores, escuchamos podcasts, aplicamos lo aprendido en trabajos anteriores y en la facultad”, cuenta Santiago, quien confiesa que su experiencia en la construcción era prácticamente nula.
El día tan esperado
Luego de atravesar momentos de disgusto y frustración por no dar con los proveedores indicados, en enero de este año se lanzaron a construir el primer prototipo. Lo hicieron nada más y nada menos que en el jardín de una de sus casas, con la ayuda imprescindible de un amigo que contaba con experiencia y facilidad para los trabajos manuales. El diseño que había sido craneado meticulosamente durante meses finalmente se materializaba, y Offis cobraba vida.
Además de centrarse en la practicidad, desde el inicio la dupla se enfocó en el cuidado del medio ambiente. Es por eso que aplicaron el WPC (Wood Plastic Composite), una técnica que utiliza materiales reciclados y pequeñas cantidades de madera; los paneles SIP, que disminuyen un 40% el gasto por consumo eléctrico, y la iluminación LED de bajo consumo.
En marzo construyeron un módulo en la terraza de su primer cliente, y con fe en sí mismos, los emprendedores aseguran que esto recién empieza.
Mirar para adelante
Y el equipo fue creciendo con Santi, amigo y jefe de mano de obra; con Marcelo, ayudante; con Martu, encargada de marketing; con Viqui, renderista y con Maggie, colaboradora en finanzas. Según comentan desde @offis.ar, tienen una carpeta compartida llamada: »ideas locas», con tres páginas escritas, para que sus ocurrencias no se vayan a ningún lado. Confían en que llevarán a cabo la mayoría de ellas y concluyen: “Este proyecto vino para agitar un poco las cosas”.
IG