La historia de Marce Amarilla como emprendedora arrancó en plena pandemia. Desde entonces, no paró de crecer. Las invitamos a conocer cómo llevó a cabo su sueño de emprender. 

Como a tantas otras mujeres de nuestra comunidad, la pandemia impulsó a Marce a emprender. En el momento en el que se decretó la cuarentena, ella trabajaba en la productora Polka como maquilladora y peinadora. Como a la mayoría, esta medida la obligó a quedarse en casa y fue ahí que empezó a dedicarse a la cerámica full time

“Surgió lo que tanto venía soñando: mi emprendimiento”, contó Marce. 

Paso a paso

En un primer momento, empezó a hacer cerámica en la terraza de su departamento con una sombrilla para protegerse del sol. Luego de unos meses, inauguró su primer taller y en día, ya cuenta con dos: uno en Saavedra y otros en Pilar. Allí produce piezas para ventas mayoristas y minoristas y además, ofrece workshops

Perseverando ando

¡Marce es una apasionada! Trabaja día a día con amor y perseverancia con la ilusión de seguir creciendo. 

Confiesa que, si bien se generó una comunidad hermosa de mujeres que la acompañan, emprender tiene sus dificultades. 

“Lo más difícil de ser emprendedora es cuando no tengo pedidos”, comenta entre risas. 

¡Pero esto no la detiene a soñar grande!

“Proyecto poder exportar al mundo”, sostuvo con firmeza. 
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