Una vez más el mundo vegetal viene a nuestro encuentro para compartirnos sus beneficios. La naturaleza y la salud siempre van de la mano. Existe un listado muy grande de especies vegetales que curan y alivian enfermedades y lastimaduras. Podemos conocerlas y plantarlas. Empecemos con estos tres ejemplos de plantas sanadoras: 

Palo amargo para la pediculosis
La pediculosis es una afección cutánea producida por la infección de piojos, que se aloja  principalmente en el cuero cabelludo. El palo amargo (Quassia amara) es un árbol pequeño y muy utilizado por los habitantes de Sudamérica por ser un insecticida natural.  La corteza es empleada para bajar la fiebre y como tónico.

Forma de usos y dosis
Sus flores rojas son tóxicas, y para los insectos sólo se utiliza la corteza y la raíz. A  10 gramos de palo amargo y 10 gramos de Romero, agregarle un litro de vinagre blanco, calentarlos durante 10 minutos antes de que hierva. Colocar durante 7 días el líquido sobre el cabello, dejándolo actuar durante toda la noche y enjuagar por la mañana. 

Otra opción es agregar pedacitos de palo al frasco de perfume y, con el tiempo, se logrará cambiar el ph del cabello, a uno más ácido, lo que garantizará un territorio no deseable para piojos y liendres. 

Eucalipto para la bronquitis
Es la inflamación del tejido que recubre los conductos bronquiales, nexo entre el pulmón y la tráquea. La bronquitis impide que el aire pueda hacer su recorrido normal llevando el aire dentro y fuera de los pulmones. El eucalipto posee propiedades balsámicas que calman la tos (béquico), digestivas y antiespasmódicas. Al contener aceites esenciales y compuestos químicos expectorantes ayudan a descongestionar las vías respiratorias.  Es indicado para realizar tés para combatir la gripe, los resfriados, la rinitis, la sinusitis y el asma.  

Forma de usos y dosis
Se necesitan 30 gramos (un puñado) de flores o hijas por litro de agua. Se toman dos o tres cucharadas de té por día, preferentemente después de cada comida. 

Manzanilla para la conjuntivitis
La inflación de la conjuntiva, membrana que recubre el interior de los párpados y la parte blanca del ojo, es la que provoca la conjuntivitis. Suele ser provocada en su mayoría por razones alérgicas. La manzanilla (Matricaria chamomilla) es una herbácea de muy fácil crecimiento y se podría decir selvática. Sus flores blancas y amarillas de porte pequeño, son las que se utilizan para este tratamiento. Se desarrolla en suelos sueltos, al sol y media sombra, y son ideales para el cultivo en macetas. También son muy decorativas y con floración desde la primavera hasta el otoño avanzado. 

Forma de uso y dosis
Diluir la flor seca en agua caliente, hacer un té concentrado, y una vez frío aplicarlo a modo de gotitas en cada ojo cada 3 horas. No guardar el restante, ya que pierde su valor terapéutico al transcurrir las horas. 

Aloe vera para las quemaduras
Esta planta se encuentra distribuida desde Arabia hasta África del sur, y sus formas varían según su procedencia desde rosetas sin tallo hasta arbustivas. Se calcula que hay más de 300 especies en todo el mundo. Son de hojas perennes que pueden ser manchadas, rayadas o de diferentes colores. Las grandes prefieren el sol, mientras que las pequeñas, la media sombra. Sus flores son de forma tubular, pequeñas y las hay de color naranja, rojo, verde y amarillo. 

Forma de uso y dosis
El aloe vera es muy efectivo para la cicatrización de heridas de la piel, y también actúa como antiinflamatorio, antienvejecimiento, regenerador celular, antiséptico. Puede usarse en las heridas y cortes de piel para limpiar la zona afectada y evitar infecciones. También se puede usar como mascarilla para revitalizar el pelo una vez a la semana.

Texto: María Laura Vidal Bazterrica – @itasflowers

Fotos: Maggie Lennon – @magglennon