Texto: María Laura Vidal Bazterrica – @itasflowers

Ninguna flor presenta tantas variedades como las rosas. Sus múltiples formas, colores y perfumes hacen de ellas una especie muy buscada por aficionados y profesionales de la jardinería.

La rosa es una especie caduca arbustiva perteneciente a la familia de las rosáceas. Se la identifica con el amor, con la espiritualidad, con la pureza y con la pasión. Es admirada por las religiones, por el arte, por las culturas y por los poetas.

Debido a su valor ornamental, es la especie de floración más plantada en el mundo. A la hora de elegir qué tipo plantar, es importante pensar en un grupo que sea siempre de la misma especie. Lograremos de esta manera una composición homogénea y de mayor fuerza en el diseño.

Tipo de rosas: polyantha, híbrida, rastrera, floribunda, grandiflora, miniatura, trepadora.

Poda y fertilización

Siempre debemos buscar una hoja o una yema para podar por arriba de ellas. No debemos podar entre hojas, porque dejaríamos tejido vegetal –llamado tacón- que se moriría y pasaría a ser un foco infeccioso. Es conveniente de que la tijera la coloquemos en chanfle y no paralela a la rama, y siempre apuntando hacia afuera. Junto con la poda, el invierno es también época de fertilizar las rosas y lo podemos hacer con estiércol seco, compost, tierra abonada o humus de lombriz en partes iguales. Se compran en viveros y en agropecuarias.

Las plagas y enfermedades más comunes de los rosales son los hongos que aparecen cuando reciben mucha agua en sus hojas. No es conveniente regar mojando las hojas del rosal porque así hay mayor posibilidad de que se instale el hongo llamado Mancha Negra. Esta enfermedad pone en peligro la salud, la duración y la belleza de las rosas. Solo se manifiesta en la parte superior de las hojas y de los tallos, y a medida que la enfermedad progresa, las áreas de la hoja alrededor de las manchas negras se tornan amarillas y se expanden hasta cubrir toda la superficie. El primer paso es combatirlas con fungicidas en la brotación o en el “despertar de los capullos”, en la primavera. Si ya está instalada la mancha, es conveniente pulverizar con un insecticida de amplio espectro que se aconseja aplicarlo a la mañana temprano o a la tardecita.

Por último, las rosas son fáciles de combinar con otras especies, como las gramíneas, lavandas y los arbustos perennes. Prefieren el sol, no el exceso de agua, el buen drenaje y no la humedad de suelo ni de encharcamiento.

 

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