La pandemia y el aislamiento social, nos han deparado estar más tiempo en casa, tanto a nosotros como a nuestros hijos, quienes necesitan, cada vez más, nuevos sectores para su recreación. Convivir en armonía con los niños y verlos disfrutar el aire libre, es posible, ¡solo necesitamos reordenar nuestro jardín!
Horas en nuestro hogar, encuentros virtuales, desde la mañana hasta la tarde. La escuela se trasladó a casa, y con ella, el recreo. Jugar y distenderse, pasó a estar también entre la lista de actividades que realizamos puertas adentro. Estará en nosotros rediseñar el jardín, para adaptarnos a las nuevas necesidades de nuestra familia. Plantar un césped resistente, generar más espacio, sumar bancos, mesas, y juegos, para poder disfrutar y tener momentos recreativos, aun de la vereda para adentro.
Zona de juegos
Cuando tenemos niños pequeños, es fundamental que los juegos estén al alcance de nuestra vista. Los areneros son una gran opción, ya que mantienen a los chicos ocupados en un mismo lugar por un tiempo considerable. Hoy en día se puede conseguir ejemplares de material, con tapa para que no se mojen ni alberguen animales.
Una vez que nuestros hijos crecen, ya podemos ubicar los juegos un tanto más lejos de nuestra mirada, y adquirir toboganes y hamacas. La clave a la hora de elegir este tipo de elementos es que sean permeables y no tengan bordes cortantes. Lo ideal es colocar chips de corteza debajo, ya que son orgánicos y no lastiman a los niños cuando cuando caen y “compran terreno”.
Si deseamos ocultar los juegos para lograr privacidad, podemos optar por un cerco de Oletexanas o Laurentinos, o generar un sector de árboles. Si tenemos una casita de madera con ventanas, por ejemplo, será ideal rodearla de Euryops, Margaritas amarillas, y gramíneas que decoren el espacio y completen la escena.
Es importante conocer qué tipo de insectos atraen las flores que elegimos, pues no hace falta aclarar por qué aquellas que atraen abejas y abejorros no son compatibles. Mismo caso con las Rosas; por sus espinas se recomienda plantarlas lejos de los sectores recreativos.
Los alrededores
Sentarnos a contemplar y cuidar los movimientos de los chicos da gusto, y en muchas ocasiones, además, es necesario. Colocar bancos en el espacio de juego nos permitirá observarlos cómodamente. Quién dice que ese lugar no puede convertirse al mismo tiempo en un sector de contemplación, descanso y lectura.
Cuando los niños crecen, empiezan a demandar más espacio para correr tras la pelota o andar en bicicleta; es ahí cuando el césped toma protagonismo. Será necesario sembrar variedades como la Grama Brasilera, que funciona como «carpeta» verde y es resistente al pisoteo.
En caso de colocar arcos de fútbol, se recomienda que sean movibles para poder rotarlos con frecuencia y evitar que se formen pozos.
Otros datos útiles
Si tenemos una cama elástica, (¡juegos divertidos sí los hay!), debemos saber de antemano que nunca lograremos un césped perfecto en ese sector, aun así, vale la pena. Al igual que en el resto de los juegos, colocar corteza de pino por debajo será una gran solución para contener el espacio. El día que la saltarina ya no se utilice, podemos convertir aquella fracción de tierra en un romántico cantero.
¿Por qué no?
Más allá de los juegos, una huerta puede resultar también un buen atractivo para los niños. Trabajar en sus mantenimiento, sembrar y cosechar es relativamente sencillo. Solo necesitamos contar con un sector soleado y una canilla cerca para poder regar.
Manos a la obra
A no preocuparnos por la cantidad de m² con los que que disponemos, lo interesante, y a su vez, desafiante, es crear un espacio en nuestro jardín que acompañe los tiempos que estamos viviendo.
Tanto los más pequeños como los adultos podemos disfrutar, entrar en contacto con la naturaleza, descubrir los colores otoñales de cada semana, los perfumes que nos acerca la brisa, y los sonidos de los pájaros mientras estamos en el jardín.
María Laura Vidal Bazterrica – Paisajista – @itasflowers
Contacto: 15-4991-6073 – marialauravidal@hotmail.com