Para mantener la humedad uniforme, ofrecer hidratación y no desperdiciar agua, ¿cómo ahorrar en el riego sin descuidar el jardín?
Seguimos cuidando el jardín, chequeando lo que sucede con nuestras plantas que se expresan y nos cuentan si están felices o sufriendo a través de su aspecto. Comienza el calor y, al igual que nosotros, las especies transpiran y demandan agua para hidratarse. ¿Qué tan responsables somos en el uso y cuidado de este recurso natural escaso? Algunos tips que ayudarán a ser más eficientes a la hora de regar.
Buen abono, menos riego
Si el terreno está bien abonado, necesitaremos regar menos. Cuando abonamos el suelo mejoramos su estructura y su fertilidad, se vuelve permeable y así retiene más el agua. Es muy importante saber que de esta forma estamos cuidando el recurso natural más preciado.
Riego por goteo
El riego por goteo es el método más eficiente para abarcar la totalidad de los canteros porque le proporciona a cada especie la cantidad justa de agua, llegando directamente a las raíces. Consiste en colocar mangueras (de color negro u óxido) con diminutos orificios en el recorrido de los canteros para mantener una constante humectación en el suelo. Es ideal para macetas.
Y cuando las necesidades de agua cambian por sector, aún en el mismo circuito programado, se coloca doble manguera en la zona de mayor demanda. Este tipo de goteo es ideal para rosales.
Riego de césped
Cuando hablamos de riego para césped, es necesario saber que suele requerir entre 20 y 40 mm de agua por semana para mantenerse sano y desarrollado.
Existen muchas variedades de césped y cada una requiere un porcentaje de consumo de agua diferente. La Bermuda, por ejemplo, tiene una mayor tolerancia al marchitamiento por stress hidráulico. Esto se debe al tipo de raíces: a mayor profundidad, menos necesidad de agua.
Un instrumento para cada necesidad
Existen diferentes regadores y picos. Contamos con rotadores emergentes y toberas para regar el césped según sus necesidades.
Y también existen diferentes tipos de suelo que absorben más o menos agua. En general, el suelo tiene capacidad de asimilar hasta 15 mm por hora. Sabiendo esto, según la exigencia de mi jardín, podré programar el riego de tal forma que no se produzcan ni encharcamientos ni evaporación hidráulica.
Durante los días soleados y ventosos del verano, el césped necesitará más riego. Es ideal regar por la mañana para lograr que al final del día las plantas y el césped estén bien hidratados pero secos, y evitar así el ataque de hongos durante la noche.
Según estudios realizados, solemos desperdiciar el agua por no contratar a un profesional en la materia que nos asesore sobre qué tipo de riego y cuánta cantidad de agua necesita mi jardín.
Trucos para ahorrar agua
El diseño del jardín toma un rol importante cuando se trata de ahorrar agua. Y hay algunos consejos que pueden ayudar. Empecemos por plantar en grupo aquellas especies que tengan el mismo requerimiento hidráulico. Lo mismo con aquellas que se adapten de igual manera al suelo y al clima, por ejemplo las autóctonas.
El mulching o mantilloo, esa estrategia para retener la humedad y crear humus es clave para evitar la evaporación del agua. Se puede hacer con corteza de pino, piedrita o gravilla, papel de diario o césped cortado.
El almacenamiento de agua de lluvia también es un recurso muy útil con el que contamos. Armar un depósito, o recipiente grande para recoger el agua de los techos o lluvia, es un método económico y fácil de aplicar. Es importante tapar luego los bidones o depósito para evitar que se evapore el agua recogida.
Últimos tips
- Especies resistentes a la falta de agua: aquellas de hojas pinchudas, grisáceas, delgadas y vellosas.
- Los cubresuelos como Wedelias y Vincas necesitan de riego sólo en época de sequía.
- Plantar aromáticas de poco riego: Romero, Lavandas, Tomillo, Jara, Geranios y Alcauciles.
- Comprar especies ya envasadas y no para sembrar, ya que consumirán menos agua.
- Armar plantaciones densas para evitar evaporación.
- Las macetas requieren más riego por perder agua por sus paredes. Se recalientan más seguido que el suelo y evaporan el agua más rápido. Si pintamos el interior con pintura asfáltica, las plantas transpirarán menos.
- Y lo más importante en las macetas: utilizar plantas y materiales cobertores y tapizantes que conservan la humedad del terreno y evitan que el suelo pierda agua. Por ejemplo, orégano, romero rastrero, Caléndulas, Glandularia, Senecio, Gramíneas, Chips y todo tipo de piedritas.
- Mantener las hojas secas: si se mantienen húmedas durante la noche, es probable que desarrollen hongos y quemaduras.
- Evitar el encharcamiento que suprime el aire que llega a las raíces.
María Laura Vidal Bazterrica – Paisajista – @itasflowers
Contacto: 15-4991-6073 – marialauravidal@hotmail.com