Este 21 de septiembre soltá tus libros y sumate a un movimiento universal de cultura y cuidado del medio ambiente: el Día de la Bibliodiversidad.
Ya se sienten brotar impactantes colores y perfumes de flores en las calles y jardines… ¡Increíbles contrastes! Todos únicos en sus diferencias forman parte de la tan esperada primavera. En esta explosión de matices se impulsa un movimiento en donde la cultura también aflora y reverdece entre las distintas propuestas de escritores. ¿Querés sumarte?
Se trata de una suelta de libros que, desde el año 2001, la Alianza Internacional de Editores Independientes propone, y hoy ya se difunde en todas las redes y cientos de instituciones, uniendo a lectores de tantas ciudades del mundo. Esta asociación pretende sacarle el valor comercial a la escritura de manera que pase a ser compartida sin un fin de lucro. Por eso te invitan a que liberes un libro y hagas accesible una obra al afortunado que acierte con ese regalo.
¿Cuáles son los pasos a seguir?
Basta con que cuentes con alguna de esas obras que tanto te cautivaron para que formes parte de esta acción. La suelta de libros te llama a que elijas uno que consideres que merece ser difundido para dejarlo en un lugar público como el banco de una plaza, un colectivo, centro comercial o bar.
Antes de liberarlo, escribile una dedicatoria en donde cuentes por qué lo recomendás, en el marco de qué movimiento se encuentra, y con una sugerencia de que vuelvan a soltarlo una vez leído. No olvides poner la fecha y lugar en donde lo liberaste, a modo de que lleve consigo la ruta recorrida.
Un gesto, muchos sentidos
Al soltar un libro, atrapás un lector y gracias a eso difundís ideas, lo que ayuda a que florezcan nuevos puntos de vista. A nivel social, esto es muy significativo para tantas organizaciones como autores, que buscan expandir la pluralidad de voces, sobre todo aquellas que se canalizan por medio de pequeñas editoriales con menor protagonismo en el mercado.
Sin ir más lejos, el Día de la Bibliodiversidad nace en esta Alianza Internacional de Editores Independientes que reúne a 400 de ellos, provenientes de 45 países, con el fin de apoyar la libertad de expresión. En un manifiesto que presentaron ante la UNESCO, declaran apoyarse mutuamente en pos de estimular la publicación de obras pertenecientes a cada región e invitan a los gobiernos a generar políticas públicas que apoyen esta causa.
Por lo tanto, además de promover la diversidad cultural, al entregar un libro lo reutilizás y evitás la impresión de otro. Por lo cual, viralizar la lectura así también resulta en una acción clave para el cuidado del medio ambiente.
Es mágico
Hay gente que sabe tomarse el Día de la Bibliodiversidad bien en serio, como es en ciudades de Perú, que aprovechan la jornada como excusa para hacer lecturas con micrófono abierto entre liberaciones de libros en centros culturales. En nuestra Capital, se replicó en la Plaza San Martín. Y los chilenos cantaron retruco: el Museo de Bellas Artes de Santiago desplegó el año pasado más de cien mil buzones a lo largo de toda la ciudad durante el mes de septiembre, con el fin de que todos se despojen de sus libros ahí; una gran idea que los llevó a celebrar la suelta de libros más grande en su país.
Como sea que lector y obra literaria se enlacen, dicen que uno no elige el libro que va a leer, sino que es al revés: él te elige a vos, como si se tratase de un magnetismo inevitable, que te llevará a dar con el mensaje adecuado para la etapa de la vida que estás transitando. Así que, en esta primavera que comienza, andá con atención por la calle por que la magia de vivir ese momento perfecto puede estar esperándote a la vuelta de la esquina.
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Mechi,
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