Texto: María Laura Vidal Bazterrica – Paisajista – @itasflowers

Terminamos el año con una flor que nos recuerda a las madres, aquellas que son “alegría del hogar”, luz y contención en una familia. 

Nos dio la vida, nos cuida y somos su mayor tesoro. ¿Cómo devolver tanto amor a mamá? Una forma, y aunque nos quedemos cortos, es regalarle flores con un significado especial. Hoy hablaremos de las Alegrías del Hogar. Ya el nombre, las representa a la perfección: lazo de unión familiar y cálido abrazo cuando llegamos a casa. 

Las Alegrías del Hogar son aquellas herbáceas cuyo ciclo vital completo se desarrolla dentro de una única estación de crecimiento, y por eso se las conoce como plantas de temporada. En un mismo año las semillas germinan; se forman todas sus partes, desde la raíz, tallos hasta las hojas; se produce la floración y la formación de nuevas semillas; y la planta muere, por lo general con los primeros fríos.

Algunos datos:

Su nombre científico o latino es Impatiens walleriana. Viene de la familia de las balsaminas, y son plantas herbáceas con vistosas flores, originarias de la India y de China. Son plantas anuales o bianuales, dependiendo del clima, lo que quiere decir que se pueden cultivar año tras año, o dos veces por año. De hojas lanceoladas verdes y aserradas, su altura aproximada va desde 20 hasta 30 cm. Con tonos en rojo, rosa, lila, salmón y blanco, a sus flores axilares les gusta la media sombra, preferentemente el sol hasta el mediodía y el suelo neutro, rico en compost y humus de lombriz.

Consejos a tener en cuenta:
  • Ideal para trabajar en bordes de macizos, final de canteros, macetas y pailas para terrazas, balcones y patios internos. 
  • No le gusta el exceso de agua y necesita de buen drenaje.
  • Distancia de plantación: un puño aproximadamente. 
  • Suele ser atacada por hongos, por mal drenaje o demasiado riego. 
  • Cuando las plantemos debemos tener cuidado de no romper el pan, y será necesario regarlo poco la noche anterior y agregarle sustrato, compost y humus de lombriz. 
  • Podemos combinar colores rosados con blancos, fuxia o salmón, o jugar con un único color, dándole un aporte muy ornamental al diseño. Las de color blanco son las más utilizadas en los lugares con poca luz, ya que es el color que vemos de noche con facilidad. 
  • Si la trabajamos a suelo directo es muy importante plantarla elevada a 30 cm con respecto al nivel del terreno. Así evitaremos la retención de agua en el cantero.
  • Nacen de semilla, de hijos y de esquejes durante la primavera. Si las tenemos en lugares protegidos, pueden durar hasta dos temporadas, primavera y verano por dos años. Es de fácil cultivo y realmente alegra con sus flores cada rincón de nuestro jardín.