Texto: Arq. Maria Celeste Siccardi (Estudio Siccardi)

¿Es posible reducir la emisión de CO2 en la construcción? ¿Cómo hacer frente a la crisis energética y a la contaminación? ¿Qué infraestructura mitiga y se adapta al cambio climático?

La industria de la construcción es una de las grandes emisoras de gases de efecto invernadero. Y la emisión de CO2 de los productos de construcción, en general, responde a dos factores: por un lado, a la energía consumida en el proceso de fabricación; y por otro lado a las emisiones directas que se producen en ese proceso.

¿Cómo enfrentarnos a esta problemática?

En términos generales, existen dos tipos de estrategias cuando trabajamos con edificaciones: Las medidas de mitigación, que van dirigidas a reducir las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero), y las medidas de adaptación, que se centran en reducir la vulnerabilidad y los riesgos generados por el cambio climático. Para el caso específico de la infraestructura edilicia, van dirigidas a fortalecer la resiliencia de los edificios, es decir, la capacidad de resistencia y recuperación ante factores y condiciones externas, reduciendo los costos de reparación y reconstrucción y minimizando los riesgos para la comunidad.

Desde Estudio Siccardi se viene trabajando de manera sostenida en procesos de Gestión Ambiental del Desarrollo Urbano. A partir de dos departamentos, se le da respuesta a necesidades concretas sobre mitigación de los impactos en el medio ambiente, y también en la resiliencia de los edificios anteriormente mencionada.

Desde el Departamento de Arquitectura se produce arquitectura sustentable, a partir del diseño y planificación de obras de bajo impacto y con menores emisiones de CO2. Según el caso, se adaptan diferentes estrategias:

  • Elección adecuada de la implantación en el lote con aprovechamiento de pasivos ambientales como el asoleamiento, los vientos y la vegetación.
  • Relación entre llenos y vacíos. Por ejemplo: el porcentaje de vidrio en cada fachada según la orientación del edificio.
  • Elección de materiales con baja huella de carbono, como la madera.
  • Estrategias de diseño orientadas a la baja de consumo energético. Ejemplo: colocación de aislaciones térmicas adecuadas a la zona bioclimática en la que se encuentra la edificación.

Por otro lado, desde el Departamento de gestión Ambiental, se realizan evaluaciones de impacto ambiental de las edificaciones y consultorías en procesos de certificaciones internacionales para edificios verdes como Edge, que promueve construir con al menos un 20% de ahorro de agua y energía en los materiales, en el proceso de fabricación.

Construcciones no sustentables 

Una vivienda hecha con sistemas constructivos húmedos —mampostería de ladrillos y paredes con revoque— por ejemplo, utiliza materia prima que no es renovable. En el proceso de fabricación consume agua y energía. Además, la vivienda en uso no contiene propiedades aislantes, por lo que el consumo de energía en esa instancia también es significativa.

¿Cuándo una construcción sí se considera sustentable?

Una edificación con criterios de sustentabilidad es aquella que, comparada con otra del lugar, ofrece reducciones en el consumo de energía, agua y materiales. Tanto en el proceso de obra como en el posterior uso de ella.

En el caso de una vivienda construida en madera, por ejemplo, la materia prima es renovable, siempre que haya sido forestada para ese fin y con trazabilidad. Es decir, con garantías de que la madera proviene de fuentes sostenibles. Además, la construcción con madera no consume agua durante el proceso, y genera ahorros de energía en el uso por el alto grado de aislación que proporciona. Otro beneficio: captura el carbono que el árbol generó en su vida útil.

Sobran los motivos 

Más allá de la gran cantidad de ventajas que las construcciones sustentables ofrecen al medio ambiente, vivir en una casa con los atributos ya mencionados trae beneficios directos y visibles en la vida y el bolsillo de nosotros mismos. Entre ellos:

>  Reducción de los valores de servicios de consumo energético.

> Mejor calidad ambiental.

> Confort térmico y acústico.

El cambio empieza en casa

Sin necesidad de construir desde cero, hay pequeños cambios podemos hacer en nuestra vivienda actual si ya está construida. No hay parámetros universales sino más bien acciones concretas para cada caso específico, ya que en cada situación el clima, la ubicación en el lote y las necesidades de los usuarios son distintas. Como premisa universal, debemos instar a bajar emisiones y minimizar los consumos energéticos.

Alguna pautas de cambio que podemos ir promoviendo en casa son:

  • Aprovechar el sol como calefacción. Abrir los cerramientos en invierno en horarios de sol y cerrarlos en verano.
  • Ventilar los ambientes a diario y usar la calefacción o refrigeración mínima necesaria.
  • Modificar las aberturas de vidrio simple a vidrio doble.
  • Desenchufar todos los artefactos y electrodomésticos que no están en uso.
  • Evitar dejar enchufados los cargadores de celulares.
  • Observar las etiquetas de los electrodomésticos y adquirir las de menor consumo o de sistema inverter.
  • Generar menos residuos y evitar comprar alimentos empaquetados.
  • Promover el compostaje.
  • Cuando sea factible, implementar la vegetación como mecanismo de filtro solar y barrera de vientos.

Contacto:

Arq. María Celeste Siccardi

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