Por María Ducos

De promesas de sueños, mucho esfuerzo y una gran cuota de dejarse ayudar está hecha esta historia que tiene como protagonista a Cecilia y a su pasión por el diseño y el mundo de la moda. 

¿Qué harías si no tuvieras miedo? Desde que era chiquita, Cecilia ama el mundo de la moda y todo lo que allí sucede. Esta pregunta inicial bien podría haber sido el disparador que la llevó a tener hoy su propia marca de indumentaria. Porque transformar e intervenir su ropa fue siempre su mejor pasatiempo y aquello que la llenaba de orgullo. Pero nada fue sin esfuerzo porque, como sabemos, sin sacrificios no hay beneficios. 

Después de haber trabajado un tiempo en un restobar durante las noches, fue cuando su padre enfermó que, a través de sus consejos y ayuda, decidió apostar de lleno por este oficio con la indumentaria como bandera y alquiló su primer espacio, un showroom chiquito y compartido. Le puso tanto amor y esfuerzo a ese tesoro que le dejó su papá, que de ahí salieron los primeros diseños con el nombre oficial de su marca, @cecilia_presenza. A esta ayuda gigante ella la convertiría en su sueño, fue su promesa y así la cumplió.

“Diseñar, crear y volar con la imaginación hacía que doliera menos su ausencia”, nos cuenta esta emprendedora que, además de diseñadora, también es asesora de imagen y la que está detrás de cada detalle, de cada foto y posteo de su marca. “Todo mi trabajo lo valen esas sonrisas de clientas satisfechas por haber encontrado lo que buscan”, resume. No importa el estilo con el que nos identifiquemos, las prendas que diseña son versátiles para que nunca pasen de moda y estén en el top ten de nuestro placard. 

Una cápsula para cada estilo

Recibir y asesorar a cada clienta en su local de Tigre o por las redes es de las tareas que más disfruta en su día a día. Y como busca ser una marca en la que todas se sientan cómodas y bienvenidas, diseñó cinco cápsulas con cinco estilos diferentes: Rocker, Lovers, Única, Brilla, No Gender. Así las llamó y cada una hace referencia a una personalidad bien delimitada por las prendas que la conforman. 

En la cápsula Rocker, por ejemplo, los accesorios desmontables son la clave para lograr estilos versátiles según la ocasión. O en la Lovers, es el corazón el símbolo que representa a la onda clásica y romántica. También son las palabras estampadas en los géneros y los diseños oversize los que dan el toque distintivo a esta marca que busca vestir una personalidad auténtica.

Una propuesta que resurgió del dolor

Si miramos nuestra vida como un tapiz perfecto, todo lo que nos pasa encuentra su razón de ser. Hasta los acontecimientos más tristes y desgarradores tienen su rayo de luz que confirma que nada puede detener esos planes trazados con tanta perseverancia. En el comienzo de la pandemia Cecilia perdió a su mamá, a su compañera de siempre. Pero este hecho fue el motor para empezar a ver la vida de otra manera, valorando el presente y se propuso salir adelante a pesar de todo. 

“Parte de esta historia está reflejada en mis prendas, en las palabras y frases que selecciono; busco atraer la positividad, el progreso, el vivir plenamente el hoy, confiar en el universo, levantarse de los tropezones y seguir”. Nada más arrollador que la fuerza del que se cae y se levanta para desplegar todo su potencial. 

De eso se trata su propuesta, de ofrecer una forma de vestir que acompañe la confianza y la seguridad de toda mujer con prendas únicas y de edición limitada. Algo muy importante, nos cuenta, es que no trabaja talles, sino diferentes cortes que se adaptan a cualquier cuerpo, y utiliza una paleta de colores neutra con el blanco, el negro y el gris como marca personal. 

Tres generaciones y un feedback de oro

En un principio, su idea fue vestir mujeres de entre 30 y 50 años, sin embargo, hoy en día sus creaciones las lucen tres generaciones. “Lograr cumplir las expectativas de todas ellas es de una emoción indescriptible. Poder decir que mis diseños no tienen límite de edad es un sueño cumplido”. 

Con el valor agregado de cadenas, carteles, corazones, tachas, prendedores, piedras, donde todo es desmontable, la idea es que a ese regalo que nos hacemos en estos tiempos difíciles podamos darle mil usos, transformando la prenda con pequeños accesorios. El foco, entonces, está en los detalles que convierten a la propia usuaria en partícipe del proceso creativo.

Su comunidad va creciendo día a día y Cecilia no tiene más que palabras de agradecimiento. Cada like, cada comentario o mensaje es un mimo para ella. “A veces me hacen llorar porque me mandan mensajes muy alentadores y cariñosos. Son como un abrazo o una palmadita a la distancia, todo lo que necesito para que mi pequeño mundo siga adelante”. 

La familia como sostén

Siendo madre, esposa y emprendedora es su familia y los que la quieren su gran red de contención en casa paso que da. Su marido, quien la ayuda con las cuestiones contables, es su apoyo incondicional y las fuerzas que necesita para no detenerse. Y sus hijas, Lola y Timotea, son el motor de este gran proyecto que aspira a más.

Además, su hermana Andrea es la que está siempre junto a ella para festejar cada logro y alentarla en los momentos más difíciles. También son sus amigas las que forman parte de ese soporte fiel que hace falta para crecer. “Agradezco a la familia por ayudarme a ver cumplir mi sueño, a cada clienta, que sin dudas ellas son las protagonistas de mis diseños y a mis dos estrellas que me guían desde el cielo”, comparte. 

IG: @cecilia_presenza.