Las macetas aportan gran valor decorativo a nuestros patios y terrazas. Con sus diferentes formas, alturas, materiales y colores, le dan vida a los sectores menos luminosos del jardín.

Cultivar plantas en macetas es una práctica muy habitual, desde hace muchos años. Si nos enfocamos en su mantenimiento, las especies crecerán de manera exitosa y las macetas se lucirán ¡Eso depende 100% de nosotros!

¿Cómo elegir las macetas?

Por un lado, debemos tener en cuenta su estilo. Debe estar acorde con el lugar en el que se coloca, y con la planta que llevará dentro. Si la casa es más bien moderna, por ejemplo, se recomiendan las macetas de fibrocemento con diferentes alturas.

El peso tampoco es un tema menor. Una maceta de 40 x 40 cm puede alcanzar los 120 kg, por eso, en caso de que el lugar elegido para colocarla sea la terraza o el balcón, será necesario consultar con el constructor de la casa el peso que soportan estos espacios.

Si las ubicamos en el césped, se recomienda enterrarla unos 10 cm, para simular que la planta brota del suelo. Si se ubica sobre la galería o sobre un piso, habrá que colocar un plato debajo o porta maceta para recolectar el exceso de agua que se genera por el drenaje de la misma maceta. De esta manera, evitaremos que se genere humedad y que el piso se manche.


Lo que no debemos hacer

Cuando diseñamos con macetas, se aconseja no mezclar modelos, sino más bien unificar y jugar con las diferentes alturas.

Tipo de macetas

Existen en el mercado macetas de todas las formas y materiales. A continuación mencionamos y describimos algunas de ellas:

De barro: 
– Son las más económicas.
– Ideales para colocar en pleno sol.
– Sus paredes respiran. Eso le permite a las raíces nutrirse adecuadamente.  
– Con el tiempo el verdín invade sus paredes, pero podemos limpiarlas con un paño con cloro o lavandina. 

De cemento:
– Son pesadas.
– Sus paredes no respiran. Agregar compost es una buena opción para ayudar a la especie allí plantada a desarrollarse.
– Vienen de color gris. Podemos pintar sus paredes con pintura asfáltica (brea) para que las sales no la manchen. 

De fibrocemento:
– Son muy livianas.
– Ideales para terrazas y balcones.
– Las esmaltadas son impermeables y muy decorativas. ¡Vienen en varios colores!

De madera:
– Sus paredes respiran.
– Son livianas y rústicas. 

Macetas jardineras:
– Son rectangulares.
– Son pesadas y sus paredes no respiran.
– Se recomienda pintarlas siempre con brea. 

De hierro, piedra o vidrio:
– Son fáciles de encontrar en el mercado.
– Son decorativas por excelencia.
– No requieren demasiado mantenimiento.

Algunos secretos

  • A la hora de elegir el tamaño, se calcula que el diámetro de la maceta debe ser 2 o 3 veces más grande que el diámetro del terrón de la planta.
  • Cambiar la tierra por lo menos dos veces al año es clave para el desarrollo radicular.
  • Con el tiempo el orificio de drenaje ubicado en la base de la maceta suele taparse. Con una aguja de tejer o una herramienta similar, podemos destaparlo rápidamente.
  • Cubrir la superficie de la maceta con flores de estación o chips de corteza evitará la erosión del suelo.
  • Mientras su peso lo permita, se recomienda rotar la maceta 180 grados cada 3 días, así la planta no forma una “espalda” ni se desmorona en busca de sol.
  • No mojar el follaje ni la flor cuando reguemos, solo su raíz. Así evitaremos la aparición de hongos. 


Los Geranios,
Alyssum, Violeta de los Alpes son florales que en esta época le aportan una cuota de color a distintos espacios. Una maceta con un árbol pequeño o un Frutal, también pueden darle vida a nuestro jardín. ¡Animémonos!

María Laura Vidal Bazterrica – Paisajista – @itasflowers

Contacto: 15-4991-6073 – marialauravidal@hotmail.com