Las flores suelen ser lo que más llama la atención en un jardín. Para mantenerlas vivas y lindas es necesario saber cuándo y cómo plantarlas y los cuidados que necesitan. Acá, unos tips para que tengas tu jardín florecido durante las cuatro estaciones del año.

Texto: María Laura Vidal Bazterrica – Fotos: Pachu Tufró

Las flores son, en cierto sentido, la cara de la planta, ya que nos permiten reconocerla. Son el resultado de un largo trabajo biológico y de dedicación personalizada por parte de los amantes del verde. El ciclo floral nos regala un final colorido, perfumado y único. Es posible cultivar flores de corte en canteros o macetas, en los que se desarrollan muy bien. Solamente debemos conocer algunas claves y trucos para  obtener resultados exitosos.

Claves para un buen cuidado
1. Las semillas necesitan una temperatura mínima de germinación y un tiempo para que crezca  la plántula (es importante leer siempre las indicaciones del prospecto).

2. Para algunas flores, se utiliza la técnica de la siembra directa: la planta sembrada y ya brotada queda en el mismo lugar donde fue sembrada; no necesita ser movida.

3. Existe también la siembra en almácigos: luego de su germinación y frotación, la planta será llevada al lugar definitivo dentro del cantero o de la maceta.

4. Las semillas siempre brotan por humedad de suelo, no por encharcamiento de agua, ya que esto hace que se pudra la semilla.

5. El compost y el humus de lombriz son buenos sustratos.

6. La hora ideal del corte para la flor es muy temprano en la mañana con tijera de punta muy afilada.

7. Al armar un florero se recomienda colocar en el agua del florero unos granos de carbón para mantenerla más oxigenada. Además, es necesario cambiarla día por medio y cortar los tallos de las flores 1 cm cada tres días.

Ejemplos de flores de corte
– Amapola (del lat. Papaver rhoeas): originaria de Asia, es una flor que requiere siembra directa, entre los meses de agosto y noviembre, y que florece desde noviembre hasta febrero. Es ideal para canteros  silvestres. Le gusta el pleno sol. Su flor mide entre 20 y 60 mm. Su color es rojo escarlata, y tiene un tallo lechoso. De ella se extraen el opio y la morfina. El término amapola proviene de “papa”; significa “papilla”, ya que era habitual en la antigüedad poner polvo de amapola en las de los bebés para hacerlos dormir.

– Digital (del lat. Digitalis purpurea): originaria de Europa, África del Norte y Asia, esta flor simboliza el trabajo. Florece en primavera, llegando a una altura máxima de 90 mm. Es bueno tenerla al sol y media sombra. Además, debemos abonarla con materia orgánica en primavera y en otoño. Requiere siembra directa a fines invierno o principios primavera. Es ideal para fondos de canteros. De ella, se extrae la digitalina, producto que se usa en la medicina contra las afecciones cardíacas.

– Clavel (del lat. Dianthus caryophyllus): fue introducida en Occidente durante las Cruzadas. Proveniente de Medio Oriente, de alrededor del año 1270, esta flor simboliza al “corazón que suspira amor sincero”. El clavel blanco que lleva el novio en el ojal el día de su casamiento es un clásico. La flor mide entre 30 y 60 mm y requiere pleno sol y un suelo con ph ácido. La semilla tarda entre dos y tres semanas en germinar. Para el clavel, se recomienda siembra en almacigo en junio y julio, y siembra directa entre agosto y octubre. Florece desde octubre hasta febrero.

– Gerbera (del lat. Gerbera jamesonii): originaria de Sudáfrica. Requiere siembra directa en septiembre y octubre, y en almacigo entre junio y agosto. Prefiere suelos arenosos, de buen drenaje y a pleno sol. Es ideal que su cultivo sea en maceta. Esta flor simboliza la verdad.

Más información:
María Laura Vidal Bazterrica
Paisajista
(15) 4991-6073
marialauravidal@hotmail.com
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