Lejos de abandonar su carrera en el diseño al mudarse a San Antonio de Areco, Ine de Ineso (@soyineso) encontró una veta artística diferente a lo que venía haciendo. Sus piezas, que tienen al macramé como bandera, son el inicio de este emprendimiento que empezó como un hobbie y no para de crecer. 

Dicen que con algunos talentos se nace, y es verdad, pero también es cierto que sin constancia, perseverancia y dedicación, esos dones se pueden desperdiciar, desaprovechando todo su potencial. Esta es la historia de Ine Jacome, la cara visible detrás de Ineso (@soyineso), un proyecto con el macramé como estrella, y la prueba de que se necesitan dos manos, voluntad y mucha creatividad para que un proyecto propio se haga realidad. 

Desde bien chiquita, Ine se caracterizó por ser muy autodidacta. Aprendió a coser a los cuatro años, y a los diez le regalaron su primera máquina para empezar a crear. Nunca paró. Se compraba revistas con instructivos y los paso a paso para aprender a tejer y se llevaba ovillos de lana a los recreos del colegio. Su vida siempre transcurrió entre manualidades de todo tipo. Además, trabajó durante muchos años en empresas del rubro de indumentaria en Buenos Aires hasta que se casó, en noviembre de 2018, y se mudó a San Antonio de Areco. Allí se replanteó qué vuelco le podía dar a su profesión para seguir haciendo lo que tanto le gustaba.

Los inicios

Empezó con pedidos de sus amigas y familiares como un hobbie. Una lámpara de macramé fue el primero. Y si bien no era la técnica que más manejaba, descubrió un estilo que la fue conquistando. Compartió esa creación en su Instagram personal y la avalancha de encargos hizo que finalmente le diera vida a Ineso, un emprendimiento que desborda en arte. Paradójicamente, el macramé fue furor desde el primer momento y nunca más tuvo tiempo de mostrar sus habilidades para coser, tejer o bordar. ¡Ya habrá tiempo para seguir abriendo caminos!

La inspiración llega en cualquier momento con formas que se las imagina en su cabeza, las sueña, las ve en la naturaleza, en la moda, en la vida misma. Instagram y Pinterest son una gran fuente de búsqueda de nuevas ideas. “A veces me cuesta explicar una idea, entonces agarro lápiz y papel y, si bien no soy la mejor dibujante del mundo, la gente confía ciegamente en mi trabajo, y eso me da mucha tranquilidad”, nos cuenta Ine. Es que la confianza lo es todo, y el feedback de la gente es el pasaporte para saber que acertó en el camino. 

Con una rutina que cambia día a día, tener el taller en su propia casa es una gran ventaja para manejar sus horarios. Los proyectos van marcando el ritmo en el que se puede quedar toda una noche tejiendo ¡casi sin darse cuenta! Cuando llega el envión hay que aprovecharlo, y por eso sus días son siempre distintos. Buscar que su emprendimiento se convierta en un espacio de crecimiento personal es la gran meta detrás de esta movida. 

Workshops, un cable a tierra

Además de recibir encargos, Ine brinda workshops para enseñar todo lo que sabe. Para doce personas y de cuatro horas, el objetivo es que cada participante se lleve una pieza hecha por sus propias manos en macramé. Le encanta guiar a la gente en este camino y ser testigo de cuando logran disfrutar el trabajo artesanal. No busca exigencias en la perfección de los puntos o el acabado, sino en que entiendan el mecanismo y vuelvan a sus casas con una buena base para seguir practicando. Después llegan las devoluciones, ¡siempre lindas, entusiastas y agradecidas! Ine aprovecha para seguir asesorando a sus clientes en cuanto a medidas, materiales, lugares de la casa donde poner sus creaciones. Se genera un ida y vuelta que siempre nutre a ambas partes. 

Infinitos agradecimientos

“No tendría memoria para nombrar a todos los que colaboraron para que todo esto fuese posible”, dice Ine. Pero sabe que sin el público que la acompaña por las redes, que la alienta a seguir con su proyecto, que se involucra haciendo algún encargo o que simplemente recomienda su cuenta, no hubiese llegado tan lejos. “No puedo creer cuando me hacen pedidos a ciegas, ¡sólo con ver una foto! Definitivamente esa confianza fue la que me hizo ser quien soy hoy y no puedo parar de agradecer”, termina.