Por María Ducós

Crear un escenario para comunicar la identidad y el ADN de una marca es un arte. Zambullirse en una idiosincrasia para extraer su forma de mostrar, de hablar y de ser es lo que ofrecen dos hermanas en @mai.ideas. Estilismo, fotografía, asesoramiento de imagen de marca y lenguaje audiovisual para encontrar ese brillo personal de cada proyecto.

De la mirada artística como arquitecta y directora creativa de María Luz, y de la organización y la practicidad como abogada de Maitú, nació y fue tomando forma @mai.ideas, un estudio de estilismo, fotografía, creación de contenido e identidad de marca de las hermanas García Ortiz. Desde esa visión estética, como forma de ver la vida, ofrecen asesoramiento de imagen y lenguaje audiovisual para Pymes de decoración, alimentos, indumentaria y más. 

Y como los grandes sacudones de la vida, casi siempre vienen con una cuota significativa de creatividad, el proyecto que había comenzado a desplegar sus alas al principio de 2019, cobró fuerza real con la pandemia. En un aislamiento feroz, las marcas debieron aggiornarse y ahí estuvo bien plantado este estudio de imagen y comunicación para colaborar. 

El camino no estuvo exento de piedras y dificultades, pero con paciencia y mucha capacitación fueron evolucionando y creciendo. Hoy el boca en boca ha hecho maravillas y los contactos a través de referidos es su principal motor de publicidad. Desde Zona Norte, hasta el exterior sin escalas. Siempre con ímpetu de superación.

La mirada estética como forma de ver la vida

Destacan por brindar un servicio a medida y personalizado para encontrar esa huella propia y personal que sólo se consigue si vamos al corazón de cada marca. Además, el campo y la naturaleza, junto a la delicadeza de cada toma y de cada puesta en escena forman el ADN de este emprendimiento. Se trata de ese arte sutil entre comunicar la voz propia del cliente y dejar esa impronta estelar como profesional. 

“El punto de partida es explorar con el cliente. Desde la etimología del nombre de su empresa, los valores que sostiene, su comunicación actual y su público objetivo, colores y formas”, nos cuentan las chicas. Muchas veces es un camino que la marca hace por primera vez, y muchas otras el cambio existe pero todavía no se plasmó. Ambas requieren el arte de buscar esa voz única y lograr transmitirla. 

Herramientas para crecer

Este proyecto les fue confirmando varias enseñanzas que, a veces, hasta no hacerlas carne pasan desapercibidas. Una de ellas es que los mayores logros son a base de esfuerzo y paciencia; que eso a lo que aspiramos no sucede de un día para el otro. El trabajo en equipo de manera constructiva, creer más en ellas mismas y luchar por eso que les apasiona, forma parte de la cajita de aprendizajes que jamás olvidarán.

“Estamos agradecidas, principalmente, a nuestra familia y amigos, quienes apoyaron este cambio de profesión con el surgimiento de este proyecto propio. También el agradecimiento es con los clientes que confían día a día en nosotras, nos recomiendan y potencian”, termina esta dupla que apuesta a seguir inspirando y creciendo.