Por María Ducós

En el espíritu de toda fiesta, hay elementos que van construyendo su sentido. En @plumetocados, las flores, los colores y las texturas se combinan en tocados y accesorios que hacen que cada protagonista sea única y especial, logrando imprimir la esencia de la celebración en detalles eternos. 

Cuando la angustia y la incertidumbre se pesaban en toneladas, cuando debió instalarse en Buenos Aires durante tres meses debido al trasplante de riñón de uno de sus hijos, Pilar Salinas decidió aprovechar ese tiempo y llenarlo de sentido. Un poco para tener un lugar donde descargar después de tanta ansiedad, y otro tanto para desplegar un nuevo talento que la mantuviese a flote, que la recargue de energía para afrontar el nuevo escenario. 

Probó con un curso de maquillaje y con otro de tocados, y fue el segundo el que se llevó su corazón. La técnica del alambre con torsiones, los detalles sutiles pero perfectos, la creatividad en cada diseño. Sin duda, un arte súper terapéutico que la acompañó durante la recuperación de su chiquito.

 Animarse a emprender

Pilar que antes de casarse trabajaba como vestuarista en televisión y publicidad, hoy, instalada en Trenque Lauquen se renueva en su faceta profesional de la mano de @plumetocados. Con dos líneas, una a base de cristales y perlas, y la otra con flores secas y preservadas, hace unos años ya que acompaña a muchas mujeres en fechas especiales: casamientos, comuniones, cumpleaños de quince, egresados, producción de fotos. 

Además, entre su oferta de productos también están los ramos, boutonnieres, coronitas de cortejo. “Que me elijan para sumar mis accesorios  a su look es un honor enorme para mi”, nos cuenta. 

Un camino bien acompañada

Se acuerda que sus primeras clientas eran todas conocidas, pero gracias a las redes sociales, al boca en boca y, en definitiva, a su trabajo bien hecho, las recomendaciones no tardaron en llegar. También, emprendedoras del rubro como maquilladoras y diseñadoras colaboran ofreciendo sus productos en las pruebas.

“El agradecimiento es a todas aquellas personas que confiaron en mi trabajo cuando ni yo estaba segura de lo que hacía”, expresa. Todas esas novias y demás clientas que la empujaron a ser cada vez mejor. A todas ellas les debe su crecimiento y confianza.