Texto: María Laura Vidal Bazterrica – Paisajista – @itasflowers

Después de la paz invernal llega el calor y, con él, las plagas y enfermedades en el jardín. Muchas veces desconocemos la diferencia entre ellas y no podemos ni combatirlas, ni prevenirlas. ¡A no desesperarse! Acá, una ayudita para no morir en el intento.

Reconocerlas no es tan difícil ya que nos encontramos con un agente patógeno, es decir, que viene del exterior de la planta y puede ser un animal o un insecto. La mayoría son identificadas a simple vista, menos la arañuela que se necesita lupa para verla. 

Muchos insectos no se ven durante el día, ya que realizan su trabajo a la noche, este es el caso de la babosa y el caracol, aunque la hormiga también. Los bichos taladros pasan su vida ¡dentro de los tejidos! Pero la buena noticia es que la mayoría de los insectos pasan su ciclo de vida fuera de la planta, de modo que podremos exterminarlos o ahuyentarlos con pulverizaciones o cebos. Podemos dividir los insectos en tres grupos:

Chupadores de savia: no perforan la hoja, las debilitan e impiden su crecimiento. Por ejemplo el pulgón, que segrega una sustancias melosa que es caldo de cultivo para otras enfermedades como la fumagina. 

Comedores de hojas: babosas, caracoles, hormigas y abejas cortadoras. 

Habitantes de las raíces: devoran las raíces causando mucho daño porque debilitan su crecimiento. Ejemplos: grillos, topos, isocas. 

¿Cuáles son las plagas más comunes?

Arañuelas

Conocidas como ácaros. Son pequeñas arañitas de diferentes colores según su momento biológico. Dispone de un aparato chupador que succiona savia de la planta. Se reproduce fácilmente porque es móvil. Debilita la planta y la marchita, y se la reconoce por la clorosis, unos puntitos amarillos. Le gusta los lugares secos, con mala aireación, y altas temperaturas. Ejemplo: hojas de Álamos. 

Cochinilla

Insecto de diferentes formas y colores. Muchos se encuentran protegidos por un escudo o revestimiento de una sustancia algodonosa, por ejemplo Tipas y Durantas. Atacan todos los órganos de la planta: yemas, ramas, tallos, troncos y raíces. 

Provoca un color amarillento en sus hojas que hace que se caigan y, si está muy atacada, suele matar la planta. Cochinilla roja: ataca Camelias, Ligustros, Hiedras y Magnolias. Cochinilla negra: ataca Jazmín y Laurel de flor. Cochinilla blanca: ataca rosales y cítricos. Cochinilla harinosa: ataca cítricos, Crisantemos, Jazmín del país y plantas de interior. 

Mosca blanca 

Es una pequeña mosca que vuela mucho y mide entre 2 y 3 mm. 

De forma triangular y color blanca, vuela rápidamente al sacudir la hoja de la planta infectada. Se aloja en el envés de la hoja donde suele poner sus huevos. Origina fumagina que atrae hormigas y cochinilla. Ataca: Jazmines del Cabo, Durantas, Ligustrinas y cítricos. 

Pulgón de varios colores 

Chupador que se alimenta de los jugos celulares de las plantas produciendo diversos tipos de daño. Sus hojas afectadas se arrugan y se doblan hacia arriba. Aparece en primavera, cuando la planta empieza su ciclo más tierno. Ejemplo: pimpollo del Rosal. Ataca hojas, yemas y flores marchitándolas para que luego caigan. Los ambiente cálidos y secos favorecen su multiplicación. Ataca: Claveles, Gladiolos, Rosas y Crisantemos. 

A todos estos bichos chupadores se los puede aplacar, en forma preventiva, con el famoso alcohol de ajo para producir una capa impermeabilizante. 

Hormigas 

Con aparato bucal lamedor, poseen mandíbulas fuertes y cabezas voluminosas. Viven en hormigueros hasta muy profundos. La parte de la planta que se llevan al hormiguero, la utilizan para ser fermentada con un hongo que las hormigas producen y luego las transforman en alimento. Atacan especialmente antes y después de cada lluvia, y a especies vegetales de hojas tiernas. Ejemplo: Hemerocallis, Rosales, Gauras, Eugenia, entre otras. Combatirla de  forma casera: aplicar harina leudante.

Babosa y caracol

Su cuerpo no segmentado está cubierto por una sustancia viscosa que le permite arrastrarse, dejando un camino brillante. Ataca: brotes y raíces, y ahueca las hojas. Les gustan los lugares húmedos, y con sequía se inactivan. Aparecen los días nublados de noche. Remedios caseros: lata de sardinas apoyadas con cerveza en la base de la planta y hojas de repollo blanco escondidas. 

Grillo, topo, isoca

Típica enfermedad del césped. Al vivir debajo de la tierra forman pequeños montículos que suelen aparecer después de una lluvia. Estos animales comen y rompen cualquier raíz que se interponga en su camino, además de cavar túneles subterráneos. Existen productos químicos y orgánicos para combatirlos. En invierno no suelen aparecer porque se van a dormir en las profundidades del terreno.

¿Cuáles son las enfermedades más conocidas?

Es cualquier alteración producida en el metabolismo de la planta: un hongo, una bacteria o un virus. Las enfermedades no son tan sencillas de detectar como las plagas, ya que no podemos identificar al culpable a simple vista. Lo que vemos son los signos y síntomas de la enfermedad.  

Las plantas enfermas pueden marchitarse o amarillearse, permanecer pequeñas, incluso secarse. La enfermedad puede afectar a toda la planta o solo algunos órganos como la raíz, el tallo o la flor. 

Hongos 

Las enfermedades más comunes son las producidas por los hongos que se caracterizan por carecer de clorofila. Aparece un polvo blanco como oídio, o manchas negras en las hojas, y se contagia fácilmente. 

Bacterias o virus

Es mejor tratarlas con profesionales del tema, pero lo más conveniente es cortar la zona afectada (pimpollo , hoja) y quemarla. El virus es difundido por insectos que se llaman vectores.

Gomosas 

Se manifiesta con exudados y chorreaduras que presentan una consistencia gomosa y un olor desagradable.

Caries o tumores vegetales 

Son producidas por un grupo de bacterias. La más conocida es la agalla de corona, que se encuentran tanto en plantas leñosas como en herbáceas. Ejemplo: Azaleas, Camelias, Rosales, Casuarinas, Plátanos Hacer, Liquidambar Sauce y Álamos.

Forma de combatirlos: existen en el mercado productos químicos y orgánicos que utilizaremos según el grado de infección. Siempre debemos protegernos con guantes, barbijo y pañuelo al utilizarlos. Luego de lavar muy bien la fumigadora, tendremos que bañarnos para evitar cualquier contagio. 

Una especie procedente de un buen vivero, colocada en el suelo adecuado, plantada con suficiente espacio con ventilación y con abonos adecuados, siempre correrá con ventaja para evitar la infección. Ese es el secreto de la sanidad de un jardín. .  

Contacto: marialauravidal@hotmail.com.