¿Cómo podemos atravesar de la mejor manera uno de los peores momentos de la historia? Esta fue la pregunta de muchísimos emprendimientos que surgieron en las tinieblas de una pandemia inesperada y como respuesta a la capacidad de resiliencia del ser humano. @tintabysm es un ejemplo de eso. De aromatizadores, velas y difusores habla esta cuenta que busca renovar ambientes a través de fragancias.
Por María Ducos
A veces es una foto, un cuadro, una canción, una comida, pero muchas otras es un perfume, un aroma lo que nos conecta con un momento especial de nuestras vidas. El sentido del olfato tiene memoria y su biblioteca de recuerdos puede ser infinita. Y en todo esto pensaban Sofi y Martu en plena cuarentena cuando se embarcaron en la aventura de hacer realidad @tintabysm, un emprendimiento de productos orientados a mejorar la atmósfera de nuestros hogares con aromas 100% naturales.
El contexto puede ser adverso y el instinto protector, el miedo a equivocarnos puede boicotear cualquier iniciativa que busque salir de la crisis y renovar la esperanza. Por suerte, este no fue el caso. “Estábamos muy seguras de lo que queríamos formar, y creíamos que justamente en pandemia, renovar el ambiente donde pasábamos la mayor parte del tiempo tendría sus entusiastas”, nos cuentan.
A largos meses de aprendizaje, de pruebas y errores, de correcciones, se sumó la etapa de búsqueda: la de proveedores a pesar de las muchas fábricas cerradas y la de la propia identidad de marca.
Artesanal y natural
Que se sienta en el aire, que impregne la rutina de los que viven allí, que deje una huella o que cambie el estado de ánimo. Estas parecerían ser las metas de los sprays, difusores y velas de @tintabymt que están a la venta a través de su web.
Además de crear escenarios y climas diversos que ayudan a combatir las rutinas pesadas del home office, sus productos son elaborados de manera artesanal y tanto las esencias como la materia prima son naturales y ecológicos.
Entre sus productos estrella están la vela París, disponible en nueve aromas distintos (jazmín, coco, vainilla, coco y vainilla, lavanda, citric, magnolia y rosas, bambú y sándalo), y el difusor. Fueron los promotores de este proyecto y siguen siendo los preferidos del público.
Tomas las riendas del propio negocio
Combinando la vida en relación de dependencia con un emprendimiento personal no hay lugar para no ser organizado. Sofi, ahora la única al mando del proyecto, lo sabe muy bien. El tiempo disponible es limitado y la planificación es la única manera de crecer y cumplir los objetivos pautados. Con días fijos destinados a producción, otros a etiquetado y empaquetado y otros a las entregas, las metas se van cumpliendo y se asoman las primeras satisfacciones.
“Emprender para mí significa producir en horarios inimaginables, estar en continuo aprendizaje al ver la visión 360 del negocio. Precios, costos, manejo de proveedores, creación de contenido para redes, logística y tantos temas más”, cuenta Sofi.
El agradecimiento como guía
Algo que aprendió a lo largo del camino es que no hay nada más gratificante que un feedback positivo de parte de los clientes. Cómo no valorarlo si es la garantía que van por buen camino y el impulso para no bajar la vara y superarse día a día.
Detrás de este proyecto hay mucha gente, nos cuenta Sofi, y cada uno hizo lo propio para construirlo. El primer reconocimiento es para Martu, su primera socia, quien luego tuvo que dar un paso al costado, pero que sin su aporte nada hubiese sido posible. Y por supuesto, fue su familia quien la sostuvo desde el principio y le dio esa mano y ese hombro que necesitaba para lanzarse y hoy merecen su enorme gratitud.
IG: @tintabysm