La Universidad Austral y la Fundación “Ayudar a Soñar” emprendieron, en Manuel Alberti, partido de Pilar, el primer centro de Orientación Familiar. El Rocío atiende de manera gratuita a más de sesenta familias que viven en contextos vulnerables.
Texto: María Mullen
“¿Por qué estoy acá? -se pregunta Florencia, de Bella Vista. Profesora de inglés, madre de familia y orientadora familiar en El Rocío-. Siempre me gustó el trabajo social y fui participando en distintas iniciativas. Al ir escuchando los problemas de la gente, me parecía que siempre eran vinculares, con un hermano, con un hijo, con su familia. Sentí ganas de poder ayudarlos desde ese lugar, ayudarlos a mejorar su familia”.
La conversación fluye, café de por medio, en la sala de reuniones de El Rocío, a pocas cuadras de la autopista Panamericana y la ruta 26. Lorena, Fabiana, Susana y Leticia, también orientadoras familiares, están contando la labor que llevan adelante hace más de un año en El Rocío y qué las llevó a hacerlo. Abogadas, contadoras, profesoras… pero sobre todo, madres de familia con una vocación de servicio. La mayoría de ellas trabaja de manera voluntaria, viajando desde distintos rincones del Gran Buenos Aires para desarrollar su vocación. “Si la familia funciona, todo el resto funciona”, dice Susana. “Toda la semana espero el día en que tengo que venir acá”, comparte Leticia. En la atmósfera se respira un aire de pasión y vocación.
Trabajar con ese “corazón” de la sociedad que es la familia es la principal tarea de El Rocío. Una tarea que no es sencilla; el mismo Papa Francisco ha dicho que “la familia está muy ‘baqueteada”. Si a eso se suma un entorno con múltiples carencias materiales y afectivas, y falta de condiciones para una vida digna, su desarrollo sano se pone mucho más a prueba. Por eso, no llama la atención que con el mismo crecimiento del centro, nacieran sin tardar otras iniciativas indispensables para acompañar a las personas en su desarrollo personal y familiar: talleres de alfabetización para adultos (ya que muchos no podían ayudar a sus hijos con las tareas), bolsa de trabajo, talleres de terapia ocupacional, psicopedagogía, apoyo escolar, atención periódica de la Defensoría del Pueblo y de la Dirección de Tierras del municipio desde el centro, e incluso algunas visitas del Hospital Móvil de la Universidad Austral por temas de salud.
Entendiendo la orientación familiar
“La orientación familiar se centra principalmente en cuestiones que no son patológicas sino en cuestiones de vinculación en la familia- explica Lorena Bolzón, secretaria académica del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad Austral-. Trabajamos muchísimo la prevención de conflictos familiares. Cuando es netamente patológico, se deriva a un psicólogo o a un psiquiatra”.
María y su hijo
Una señora toca a la puerta del centro y es recibida con una gran sonrisa. Es María, que viene a su taller con las orientadoras: un período de casi una hora, donde principalmente se la escucha, se dialoga personalmente, y se va generando confianza e intimidad para empezar a desenredar sobre la mesa las situaciones complejas por las que está atravesando y para las que necesita ayuda. “Trabajamos con lo que se pueda -explica Lorena-. Nos encantaría que viniera toda la familia, pero no es lo que sucede al principio. Sólo cuando la familia ve cambios se anima a venir también”. “Quien se acerca -agrega Susana- muchas veces tiene una baja autoestima; una primera tarea nuestra es ir fortaleciéndola y apoyándola en su desarrollo personal. Como fruto de la escucha, intentamos ir detectando o desnaturalizando situaciones que no son convenientes, pero que todavía no son percibidas como tales. A veces pequeños cambios y sugerencias dan frutos gigantescos”.
María no duda en compartir su testimonio. “Vine por una cuestión que empezó en la escuela; me decían que mi hijo de siete no podía copiar. Durante un año fui a otro lugar que me costaba mucho dinero y no veía ninguna evolución. Hace un mes empecé a venir acá y estoy feliz. No sólo veo cambios en mi hijo gracias a la psicopedagoga, sino que veo cambios en mí”.
Todavía hay muchísimo por hacer y la lista de sueños es larga. Al equipo le gustaría poder brindar talleres de cocina o costura para madres, contar con profesionales de Psicología y Psiquiatría para hacer derivaciones, mejorar cuestiones edilicias. Y esperan contar con ayuda para ello. La sonrisa de María, la de su hijo y las de otras tantas personas que fueron compartiendo su testimonio como beneficiarias de El Rocío dejan claro que la semilla está germinando y que los frutos ya están a la vista.
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Más información:
Centro de orientación familiar El Rocío
Calle Formosa y San Pedro, localidad Manuel Alberti, Pilar
T. (02320) 40-7381
danosunamano@centroelrocio.org
Centro para el Estudio de las Relaciones Interpersonales (CERI)
Universidad Austral
Mariano Acosta 1611, Pilar
T. 5239-8000 int.7532
www.austral.edu.ar
Orientación Familiar desde la Universidad Austral
La Tecnicatura en Orientación Familiar de la Universidad Austral, de la que ya se graduaron trescientos sesenta y seis técnicos, tiene una duración de tres años y se cursa, principalmente, de manera virtual. La universidad también ofrece una Licenciatura en Cien- cias para la Familia, diplomaturas y talleres, cursos cortos y virtuales para orientar en temas puntuales a padres y familias, según las edades de los hijos.